martes, 6 de septiembre de 2011

Mafias transnacionales y lacayos venezolanos tumbaron a Samán

  Jaime Ramos

El cable divulgado por Wikileaks, fechado el 11 de febrero de 2010, provocó la eyección de su cargo del ex Ministro de Comercio, Eduardo Samán, dos días después, un 13 de febrero. Así puede inferirse de la comunicación enviada desde la Embajada gringa en Caracas, hacia el Departamento de Estado de los EE. UU, en Washington. En el cable filtrado, se describe como los laboratorios farmacéuticos extranjeros urdieron un plan de sabotaje a la propuesta de Ley de Propiedad Industrial elaborada por el Ministerio de Comercio,  proponiendo una ley alternativa en “idioma chavista” para que pasara como buena ante la Asamblea nacional y bloqueara la propuesta revolucionaria de Samán.


Se menciona además como un consultor legal de la Cámara Venezolana de Medicamentos (CAVEME), se refería a la preservación del mercado de las medicinas que en Venezuela alcanza un volumen de 6000 millones de dólares y que está formada nada menos que por los laboratorios transnacionales Abbot, Alcon, Astrazéneca, Baxter, Bayer, Boehringer, Bristol-Myers, Eli Lilly, Glaxo, Janssen, Wyeth, Merck, Pfizer, Roche y Schering, entre otros.
El consultor identificado como Fernando Allende, señalaba a los representantes de la Embajada yanqui como el proyecto de Ley que regularía a las patentes y las marcas en territorio venezolano no tenía chances de pasar ("no chance") pues tanto el gobierno (no especificaba sector), como la Asamblea Nacional consideraban como “una barbaridad” la propuesta de ley del SAPI que consideraba a las patentes de invención como una concesión que el Estado otorgaba a los privados (personas naturales o jurídicas) por el lapso de 1 año.
De acuerdo a las estadísticas suministradas por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), el número de patentes solicitadas desde el extranjero fueron durante 2008 en Venezuela 22.58 veces más que las solicitadas por nacionales.
La jugada llevada a cabo por CAVEME se dirigió a interferir sobre las ganancias futuras de las empresas estadounidenses y europeas que en pocos años dominaran el mercado venezolano por medio del monopolio de patentes -que actualmente y desde el año 2000, se protege por 20 años a partir de la fecha de presentación- asegurando así un monopolio temporal que asegura en negocio redondo para las empresas farmacéuticas.
Una vez más las mafias de los laboratorios tumban a un funcionario como lo hicieron en otros países con Ministros y Presidentes que se negaron a negociar la salud de su Pueblo.