viernes, 24 de febrero de 2012

Correa: Negociar la propiedad intelectual puede acabar hasta con nuestra biodiversidad

ANDES



El Presidente Rafael Correa  afirmó que el manejo de la propiedad intelectual es uno de los problemas ante una negociación para un tratado comercial del Ecuador con la Unión Europea, tras un recorrido en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (Iepi) en Quito.
“No son tratados de Libre Comercio. ¿De qué libre comercio estamos hablando si Estados Unidos y Europa mantienen subsidios agrícolas?  y no son solo de comercio, porque van mucho más allá de eso, es tratamiento de inversiones, derechos de propiedad intelectual, compras públicas”, dijo.
En cuanto a la posición ecuatoriana respecto a la propiedad intelectual en una negociación, el presidente explicó que “de acuerdo al derecho de propiedad intelectual (como propone la UE en el contexto de un TLC) puede acabar hasta con nuestra biodiversidad. No tenemos intereses creados, sabemos lo que hacemos y actuamos responsablemente. Negociaremos un tratado que convenga al país”, enfatizó.

Industriales de Paraguay contra regla de Estados Unidos

La Prensa Gráfica


Los industriales químicos y farmacéuticos rechazaron una exigencia de las autoridades comerciales de Estados Unidos de realizar cuantas veces sea necesario exámenes de inocuidad de medicamentos para la renovación de patentes antes de ser lanzados al mercado consumidor local.

“El Gobierno de Estados Unidos quiere ir más allá de los convenios bilaterales vigentes sobre propiedad intelectual, incluso más allá de las normas internacionales para la fabricación de medicamentos”, dijo Astrid Weiler, gerente de la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (CIFARMA).
Explicó que actualmente los 20 laboratorios que integran CIFARMA, una vez que vence la patente de una fórmula medicinal, piden su renovación al Ministerio de Salud Pública “pagando los cánones establecidos por normas internacionales, sin necesidad de volver a realizar exámenes estrictos de inocuidad en animales y seres humanos porque ya los hemos hecho antes”.

jueves, 9 de febrero de 2012

Oficinas de patentes de Brasil y Argentina firman convenios supranacionales en favor de Estados Unidos


 
Favorecen a corporaciones extranjeras 


 Presidentes de oficinas sudamericanas resuelven controvertidos acuerdos en materia de patentes y marcas. Foto. INPI-BR


Autor: Grupo Interdisciplinario de Propiedad Intelectual 

En marzo de 2011 la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) controlada por la OMC, elaboró un proyecto denominado PROSUR, “Sistema de Cooperación Regional en Propiedad Industrial” con el objetivo no declarado de crear los cimientos para la apertura  de una oficina de propiedad intelectual en Sudamérica y la creación de una única patente regional que formará parte de la ambicionada por las corporaciones multinacionales, “Patente Mundial”. El proyecto se inició con un supuesto pedido formal de cooperación a la OMPI para camuflar la intervención directa del organismo internacional en las propias oficinas con la anuencia de los presidentes de los institutos de propiedad industrial de Argentina y Brasil. Estos funcionarios y sus organismos se amparan en la autarquía (lograda con las leyes de patentes de los años 90) para firmar acuerdos internacionales por fuera de las Cancillerías, el Poder Ejecutivo y los Parlamentos.

El antecedente de este proyecto se remonta a la década del 90, cuando OMPI intentó sin éxito, instalar una oficina regional de marcas, patentes, derechos de autor y conexos en la ciudad de San Pablo, polo industrial de Sudamérica.

La iniciativa se detuvo pues todas las fichas estaban jugadas a la firma del ALCA, que facilitaría la adhesión de todos los países de la región a los acuerdos y tratados internacionales de propiedad intelectual “recargados de protección” y favorables a las corporaciones en materia de medicamentos, semillas transgénicas, software, “industrias” culturales,  etc.: todo lo que hoy pide Estados Unidos mediante las leyes SOPA y PIPA y el acuerdo ACTA, que incluye a las patentes y las marcas.

La actualizada iniciativa PROSUR, cuenta con la participación estratégica de las oficinas de Brasil y Argentina (las mayores en volumen de solicitudes de patentes y marcas) que dependen de los Ministerios de Industria y Producción; sin estos dos jugadores de Sudamérica difícilmente pueda llegarse a una oficina y una patente regionales.