martes, 2 de febrero de 2016

Chile: estudio detecta extensión errada de patentes en al menos 12 medicamentos

 

fne.gob.cl.- Un estudio elaborado por el organismo cuestiona la ampliación de patentes otorgadas por el Tribunal de Propiedad Industrial a al menos nueve laboratorios que elaboran drogas contra enfermedades como el cáncer, diabetes y glaucoma, entre otras.
El Fiscal Nacional Económico, Felipe Irarrázabal, advierte que una equivocada interpretación de la ley ha impedido el ingreso de nuevos competidores, perjudicando a los consumidores.


Una interpretación errada, a juicio de la FNE, de una modificación legal realizada en 2007 para poner a tono la legislación de propiedad industrial local con la apertura comercial que vivió el país, ha perjudicado el ingreso de nuevos actores a competir en el mercado de diversos medicamentos utilizados para atacar enfermedades complejas, como cáncer, glaucoma, diabetes, artritis y Crohn, entre otras.
Según un estudio elaborado por la Fiscalía Nacional Económica, el Tribunal de Propiedad Industrial (TDPI) ha extendido la patente de al menos 12 medicamentos, recurriendo al llamado sistema de protección suplementaria de patentes.
Esta figura tiene como objetivo compensar al titular de la patente de invención cuando se producen demoras administrativas injustificadas en su otorgamiento. Sin embargo, la FNE advierte que en los casos estudiados las extensiones concedidas por el TDPI carecen de sentido jurídico y económico y que se basarían en una infracción a la ley, por lo que se justificaría su declaración de nulidad.
Los medicamentos analizados corresponden a una muestra seleccionada por la Fiscalía, que pertenecen a 9 laboratorios y que en 2013 generaron ventas de $ 11 mil millones, pero en el estudio se advierte que puede haber un inmenso universo de potenciales solicitudes de ampliación de patentes en trámite. De hecho, a noviembre de 2015 existían 475 solicitudes de patentes pendientes que, de ser aceptadas a registro, podrían también solicitar la protección suplementaria, agravando los efectos del problema detectado por la FNE.
La gravedad de esta situación para la FNE radica en que la extensión de estas licencias ha generado una barrera artificial a la entrada de nuevos competidores, pues en promedio las patentes han llegado a una duración de 25,5 años (hasta a 33 años en algunos casos), pese a que el máximo permitido por la ley es de 20 años.
Según el Fiscal Nacional Económico, Felipe Irarrázabal, la interpretación que ha hecho el TDPI, en relación a cómo y cuándo procede la protección suplementaria contemplada en la ley de propiedad industrial ha generado importantes efectos negativos en materia de competencia, ya que “permite extender artificialmente la duración de un registro de patente y, de esta forma, previenen la entrada de genéricos en los mercados de drogas para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y la diabetes”.
En este sentido, precisa que en algunos casos, estos medicamentos tienen un valor que supera $ 1 millón y que estudios internacionales revelan que la entrada de medicamentos genéricos provocan una caída de entre 20% y 40% en su valor. “De evitarse a futuro la concesión de nuevas protecciones suplementarias improcedentes, sin duda, se generarían significativos ahorros para los consumidores”, afirmó Irarrázabal.
Como vía de solución, la FNE menciona un proyecto de ley que está tramitándose en el Congreso y que busca introducir un nuevo sistema de otorgamiento de las protecciones suplementarias, donde se entrega a terceros la posibilidad de intervenir y oponerse, cuestión que hasta ahora no sucede.
La Fiscalía advierte, eso sí, que mientras no sea promulgada ni entre en vigencia dicha ley, existen muchos casos en que se podría seguir solicitando y otorgando esta protección suplementaria no procedente.
Estos antecedentes forman parte del “Estudio sobre el Sistema de Protección Suplementaria de Patentes en Chile y sus Efectos en Materia de Libre Competencia”, elaborado por la FNE en el marco de su labor de promoción de la libre competencia, en colaboración con el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).

Para acceder al estudio aquí