lunes, 16 de enero de 2017

Donald Trump arremete contra las ‘Big Pharma’ antes de tomar posesión


 Donald Trump arremete contra las ‘Big Pharma’ antes de tomar posesión

elglobal.- Donald Trump todavía no ha tomado posesión de su cargo como presidente número 45 de Estados Unidos y ya ha hecho saltar todas las alarmas en el seno de la industria farmacéutica. Su primera intervención pública tras su victoria en las presidenciales de noviembre y a tan solo nueve días de habitar la Casa Blanca ha puesto contra las cuerdas a este sector industrial, cuyo mercado en EE.UU es el primero del mundo. Aunque es verdad que Trump a lo largo de la campaña esgrimió la bajada de precios de los medicamentos como uno de sus principales argumentos electorales, que sus primeras palabras fueran dirigidas al sector farmacéutico ha causado una gran impresión.

De entrada, Trump anunció que una de sus primeras medidas irá dirigida a intervenir el mercado farmacéutico, concretamente la política de establecimiento de precios. “El Gobierno debe trabajar en nuevos procesos de adjudicación, licitación y control: la industria farmacéutica es un gran lobby, tiene mucho poder, y hay muy poca intervención”, señaló el todavía presidente electo.
Con el anuncio de un mayor intervencionismo, Trump parece apostar por cumplir esa promesa electoral en la que abogaba por reducir los precios de los fármacos y poner coto a los beneficios de la industria. “Hay que aumentar las subastas y licitaciones para obtener un precio más competitivo. Somos el mayor comprador de medicamentos y no disponemos de suficientes subastas. Vamos a comenzar a hacerlo y a ahorrar miles de millones de dólares”, destacó.
Pero este no ha sido el único mensaje lanzado por Trump a la industria farmacéutica. Concretamente, ha reclamado a las compañías estadounidenses que vuelvan a producir en aquel país. “Nuestra industria farmacéutica tiene que volver. Somos el país que más fármacos consume pero no los fabricamos aquí”, aseguró. Estas declaraciones se enmarcan dentro de la política de Trump de recuperar la industria del país y en anteriores ocasiones ha denunciado la deslocalización de compañías fuera de las fronteras estadounidenses.
A nadie debe extrañar estas declaraciones de Trump cuya política empresarial hacia recuperar la producción en Estados Unidos era pública y notoria en campaña y que se ha iniciado con presiones sobre otro sector clave en la economía estadounidense como el de la automoción. Eso sí, el adalid de la reducción de precios para los fármacos en campaña fue su rival, la demócrata Hillary Clinton, por lo que no han sido pocos los miembros de la industria que se muestran sorprendidos por la agresividad de Trump hacia la industria farmacéutica.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar, aunque los miembros de la industria lo han hecho de un modo conciliador. El CEO de la patronal PhRMA, Stephen Ubl, aseguró que “los medicamentos se compran en un mercado competitivo donde grandes y sofisticados compradores negocian agresivamente precios más bajos”. Además aseguró que la industria está “comprometida a trabajar con el presidente electo Trump y con el Congreso para mejorar la competitividad de EE.UU y proteger los empleos estadounidenses”.
Caídas generalizadas
Las palabras de Trump tuvieron consecuencias inmediatas. La cotización bursátil de la industria farmacéutica en Wall Street cayó en picado y los valores farmacéuticos experimentaron pérdidas sensibles. A los pocos minutos de la intervención de Trump las nueve mayores compañías farmacéuticas por capitalización del mercado (Johnson&Johnson, Pfizer, MSD, Amgen, AbbVie, Bristol-Myers Squibb, Gilead, Celgene y Eli Lilly) perdieron unos 24.600 millones de dólares en 20 minutos. El fondo SPDR S&P Biotech, que registra las acciones farmacéuticas, cayó casi un 4 por ciento en ese período, mientras que el iShares Nasdaq Biotechnology Index cayó un 3 por ciento. Pese a todo, las pérdidas experimentadas son insignificantes ante la capitalización de estas empresas.