Canon digital, patentes, medicamentos, piratería, terrorismo…
Felipe A. Montenegro
La aplicación por decreto reglamentario
de la ley 1328/98 de “derechos de autor y conexos” de una “remuneración
por copia privada” (canon digital) aplicado el 13 de julio por el
Ministerio de Industria y Comercio del Paraguay es otra muestra de los
oscuros intereses que rodean a sectores de gobiernos infiltrados por las
corporaciones internacionales.
Las denominadas
sociedades de gestión colectiva son el instrumento que las
multinacionales discográficas utilizaron para avalar la imposición y
reforzamiento de los estándares de protección incluidos en las leyes de
propiedad intelectual auspiciados por las industrias del copyright
estadounidense. Mediante esta argucia se recaudan millones de dólares
que no son distribuidos a sus verdaderos beneficiarios, los creadores de
las obras, sino que se derivan a sectores privados estadounidenses.
Desde el gobierno de Goerge W. Bush Jr. se viene acusando al Paraguay como país que no combate la “piratería” y financia a “grupos terroristas”.
El embajador Roger Noriega, subsecretario de Estado para Asuntos
Hemisféricos con George W. Bush, dice que “la organización comandada por
el jeque Nasrala (Hezbolá) tiene dos grandes bases de
operaciones en la región –la venezolana Isla Margarita y la Triple
Frontera que comparten Argentina, Brasil y Paraguay–, y que está volcada
en la recluta y entrenamiento de nuevos terroristas.
Por estos motivos
Estados Unidos ha extorsionado ahora al gobierno de Lugo para que cumpla
con las certificaciones y acuerdos impuestos por el gobierno de los
Estados Unidos a través de su oficina de Comercio (USTR, siglas en inglés) monitoreados por la Sección 306 de la Watch List 301.
De esta forma y en el
marco del Memorándum de Entendimiento en derechos de Propiedad
Intelectual con el gobierno de los Estados Unidos, este reconoce algunos
avances del gobierno pero acusa al Paraguay de varias formas de
piratería y falsificación, exigiéndole a este país incrementar sus
esfuerzos en la Triple Frontera junto a la Argentina y el Brasil. EL
gobierno de Estados Unidos se arroga además el derecho de sugerir al
gobierno de Lugo de incrementar la protección por patentes.
Asimismo, presiona al
Paraguay a establecer mecanismos de protección de los datos de pruebas
para obtener la aprobación de comercialización de productos
farmacéuticos intentando así extender el plazo de protección de los
medicamentos por parte de los laboratorios estadounidenses y europeos.
Tras el fracaso del
ALCA, los Estados Unidos han establecido diversos acuerdos bilaterales
en materia de comercio y propiedad intelectual que estaban incluidos en
la malograda alianza para las Américas pero que continúa negociándose
con más o menos éxito país por país, gobierno por gobierno.
Lugo, presionado por
los poderosos lobbies y el gobierno USA, concedió el “Cánon Digital”
mostrando debilidades políticas reales de un gobierno cercado por los
conglomerados transnacionales y las mafias comerciales estadounidenses
enquistadas en su propio gobierno, con funcionarios del Ministerio de
Industria y Comercio, y la Dirección General de Propiedad Intelectual,
infiltrados por la USAID.