Peter Loftus
wsj.com
La batalla de la industria farmacéutica por
dominar el lucrativo y creciente mercado de los tratamientos para la
hepatitis C va camino a convertirse en un enfrentamiento legal sin
precedentes.
Las perspectivas de que
los fármacos para combatir la hepatitis C puedan alcanzar ventas de
US$20.000 millones anuales para el fin de la década están llevando a los
laboratorios a reclamar los derechos de patentes que necesitarán para
quedarse con una tajada del pastel.
El frenesí se aceleró con el lanzamiento de Sovaldi, el tratamiento para la hepatitis C de
Gilead Sciences Inc.,
GILD -1.15%
con ventas de unos US$5.000 millones en el primer semestre de
2014. Se trataría del debut comercial más exitoso de un medicamento
recetado.
Varias empresas, como
Roche Holding
ROG.VX -0.45%
y
Merck
MRK -0.14%
& Co. (que fuera de Estados Unidos y Canadá opera como MSD),
adoptaron medidas legales enérgicas para reclamar que Sovaldi infringe
sus patentes o sus derechos contractuales, y argumentar que merecen una
porción de sus ventas.
AbbVie
ABBV -1.78%
fue más allá al obtener patentes en EE.UU. que abarcan
combinaciones de decenas de remedios que atacan el virus de la hepatitis
C —incluyendo medicinas desarrolladas por competidores como Gilead—, ya
que está desarrollando su propio tratamiento combinado.
Las
batallas en torno a patentes en el sector farmacéutico suelen consistir
en fabricantes de fármacos de marca que intentan impedir que sus
rivales genéricos vendan copias baratas de sus remedios. La batalla de
la hepatitis C es inusual ya que implica un enfrentamiento entre
fabricantes de marca.
En una demanda de
febrero, AbbVie dijo que patentó la idea de combinar dos medicamentos de
Gilead —Sovaldi y una medicina experimental llamada ledipasvir, que
Gilead planea combinar en un solo tratamiento— y por lo tanto tiene
derecho a recibir una indemnización si Gilead saca al mercado la
pastilla combinada. Desde el punto de vista legal, AbbVie no puede
comercializar Sovaldi ni ledipasvir ya que no cuenta con las patentes ni
los compuestos subyacentes. Pero sí es legal que las firmas busquen y
obtengan patentes que describan un "método de uso" particular de
productos que no les pertenecen.
Gilead
disputa los argumentos de AbbVie y de otras empresas. Según una vocera,
la empresa tiene el derecho exclusivo de comercializar Sovaldi y otros
productos que contengan su ingrediente activo, conocido como sofosbuvir.
Una vocera de AbbVie dijo que la firma cree que Gilead viola sus
patentes, y se mantiene firme sobre la validez y la capacidad de
implementarlas.
El atractivo de Sovaldi
y otros fármacos en desarrollo es que suelen tener mayores tasas de
curación, tratamientos más cortos y efectos secundarios más tolerables.
AbbVie, Merck y
Bristol-Myers Squibb Co.
BMY -0.44%
planean lanzar sus propios compuestos.
El
litigio ofrece un vistazo a las tácticas agresivas que utilizan los
fabricantes de fármacos. En una demanda presentada en agosto de 2013,
Gilead reveló que un ejecutivo de Merck llamó a un colega de Gilead el
año pasado para proponer cederle la licencia de dos patentes de Merck a
cambio de regalías por 10% de las ventas de productos con Sovaldi.
Tras
la demanda de Gilead, Merck aseguró en documentos judiciales que
Sovaldi infringe sus patentes sobre compuestos relacionados con el
ingrediente activo de Sovaldi. Gilead afirmó en un documento judicial
que una regalía de 10% era una "petición inasequible". Gilead busca un
fallo que indique que Sovaldi no viola las patentes de Merck. El caso
sigue pendiente.
Una vocera de Merck no quiso hacer comentarios adicionales.
La batalla legal de Merck podría ampliarse ya que acordó comprar
Idenix Pharmaceuticals Inc.
IDIX 0.00%
por US$3.850 millones. Idenix, que desarrolló un fármaco
experimental para la hepatitis C parecido a Sovaldi, ha sostenido
litigios por patentes con Gilead por ciertos tratamientos contra la
misma enfermedad. Una vocera de Idenix prefirió no hacer comentarios.
A
la vez, Roche asegura que tiene derechos sobre Sovaldi debido a una
colaboración de investigación de 2004 con Pharmasset, la empresa que
desarrolló el fármaco y que Gilead compró en 2012 por más de US$11.000
millones. Roche inició un proceso privado de arbitraje contra Gilead en
2013, en busca de un fallo que señale que tiene una licencia exclusiva
sobre Sovaldi y que Gilead infringe esos derechos. Una vocera de Roche
dijo que se prevé que la decisión se emita este año.
La batalla entre Gilead y AbbVie se ha vuelto mordaz. Gilead demandó a AbbVie y su ex empresa matriz,
Abbott Laboratories,
ABT +0.21%
en un tribunal federal en Delaware, al afirmar que realizaron un
"complot fraudulento" al decirle a la Oficina de Patentes y Marcas
Registradas de EE.UU. (PTO) que inventaron métodos para tratar la
hepatitis C que en realidad fueron inventados por Gilead y Pharmasset.
Abbott Labs solicitó ambas patentes en 2011 y la PTO se las concedió a AbbVie a mediados de 2013.
En
su demanda, Gilead dice que el tratamiento experimental combinado de
AbbVie es "inferior" al de Gilead. Agregó que Abbott decidió en
2011"eclipsar a sus competidores" con sus esfuerzos de patentes. AbbVie
respondió que Gilead estaba difamando su integridad. También acusó a
Gilead de enfocarse en las ganancias para compensar el precio "inflado"
que pagó por Pharmasset en 2011.
Abbvie
dijo que obtuvo de manera legítima las patentes a base de un
"sofisticado modelo computacional" que predice la eficacia de
combinaciones de fármacos que no han sido probadas antes.