elmundo.es.- Tras Fiat, Apple o Starbucks le ha llegado el turno a McDonald's. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, tiene listo el expediente para anunciar, incluso en las próximas horas, una investigación a la multinacional norteamericana por evasión y elusión de impuestos.
Según fuentes europeas, el departamento de Competencia ha trabajado en los últimos ocho meses en el caso del gigante de la alimentación, tras haber caído en el radar comunitario tras las filtraciones del llamado caso LuxLeaks. McDonald's, como otras muchas firmas, tiene complejísimos sistemas fiscales con técnicas que la Comisión Europea considera "no ajustadas a la legislación". Bien porque los acuerdos con determinados países suponen ayudas de Estado encubiertas, bien porque los mecanismos escogidos (a través de royalties, transferencias de precios o tax rulings) son incompatibles con la ley.
Según el diario Financial Times, la investigación se ha centrado en el periodo que va de 2009 a 2013, cuando la empresa movió sus oficinas europeas desde Londres a Suiza, levantando una empresa para asumir la propiedad intelectual de la marca con sede en Luxemburgo. Y es precisamente este tipo de mecanismos los que se persiguen con fuerza desde hace meses en Bruselas.
Hasta hace poco, una empresa que quisiera hacer negocios en Europa acudía a Luxemburgo, donde el responsable de los llamados tax rulings,
acuerdos fiscales bilaterales entre las empresas y el Estado dirigido
por Jean-Claude Juncker, ahora presidente de la Comisión Europea. El
señor Wolf, totalmente a ojo, como él mismo ha reconocido, calculaba cuál era el monto justo que la empresa debía pagar. Sin un análisis exhaustivo de sus cuentas. Y eso era ley.
Según los cálculos de War on Want, una organización que ha estudiado los papeles de LuxLeaks, McDonald's habría logrado pagar apenas 16 millones de euros en impuestos sobre un total de 3.700 millones de euros en royalties.
La
legislación luxemburguesa, en 2008, fijó un tipo fijo del 5,8% para los
ingresos generados a firmas radicadas en el país en concepto de
propiedad intelectual. Sin embargo, y siempre según las cifras de War on
Want y que la Comisión Europea ha investigado, en el año 2013, por
ejemplo, la empresa habría pagado poco más de tres millones de euros pese a declarar ingresos de más de 833.
De confirmarse estaríamos ante un claro case de ayuda de Estado. La legislación comunitaria permite esos tax ruling,
acuerdos específicos con empresas. Pero si se demuestra que una firma
se ha beneficiado de unas condiciones especiales y no ofrecidas a otras
constituye una ayuda ilegal.
En octubre de este año, Vestager
ordenó a Holanda y Luxemburgo que reclamaran a Fiat y a Starbucks entre
40 y 60 millones de euros que no cobró
debidamente a las multinacionales. Además tiene abiertos ahora mismo dos casos a Apple, por su sistema fiscal en Irlanda, y a Amazon en Luxemburgo por lo mismo.
El
Gobierno de Barack Obama ha criticado muy duramente a la Comisión en
los últimos meses por esas investigaciones, al considerar que está
castigando injustamente a firmas norteamericanas ame la incapacidad de
sus rivales europeos de superarlas en el mercado.