EFE.- El Acuerdo Comercial Multipartes de la Unión Europea (UE), Colombia y
Perú, y al que se sumará Ecuador, no se ajusta a los intereses de
Bolivia, que en lugar de adherirse al tratado quiere aprovechar mejor
las ventajas vigentes en Europa, afirmó hoy el viceministro de Comercio
Exterior, Clarems Endara.
El acuerdo de la UE con Colombia y Perú entró en vigor en 2013;
Ecuador se reincorporó con retraso a las conversaciones y está en
proceso de terminarlas este año, mientras que Bolivia se desmarcó de la
negociación en 2008.
"Si quisiéramos un acuerdo bajo los intereses de Bolivia, deberíamos
pensar, tal vez, un nuevo texto", dijo Endara en una entrevista con Efe,
a propósito de la petición de empresarios bolivianos de que el país se
sume a ese acuerdo de libre comercio.
Argumentó que actualmente Bolivia no saca el máximo partido de las
ventajas que ya posee para comerciar con el bloque europeo y manifestó
la preocupación por lo que considera una incompatibilidad de algunos
capítulos de ese acuerdo con las políticas nacionales.
Esta semana, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE),
organismo que asesora a empresarios privados, presentó un estudio
encargado por la embajada británica en La Paz que destacó los
potenciales beneficios de la incorporación de Bolivia al tratado.
Los representantes de la UE en La Paz consideraron en su momento que
con Bolivia no se podría negociar una cosa muy diferente de lo que ya
tienen los otros países andinos, es decir que no hay mucho espacio para
negociaciones bilaterales.
Sin embargo, Endara argumentó que muchos de los beneficios que
Bolivia obtendría en el mercado europeo a través de un acuerdo ya
existen a través el Sistema de Generalizado de Preferencias Plus (SGP+) y
otras cláusulas comerciales en vigor.
En 2015, Bolivia exportó bienes y servicios a la UE por valor de 729
millones de dólares, de los que productos por 543 millones no pagaron
aranceles gracias a la "cláusula de nación más favorecida" y gran parte
de otras mercancías por valor de 122 millones fueron beneficiados por el
sistema SGP+, que también implica arancel cero.
Las importaciones bolivianas al bloque europeo alcanzaron el valor de
1.200 millones de dólares en 2015, consolidando por cuarto año
consecutivo una balanza comercial negativa para el país andino.
El bajo nivel de exportaciones "demuestra que no estamos aprovechando
toda la potencialidad que nos ofrece este esquema", sostuvo el
viceministro, que es una de las principales autoridades a cargo de las
negociaciones económicas internacionales de Bolivia.
"Tratar de caminar hacia un tratado de libre comercio donde vas a
consolidar preferencias que ya tienes sin aprovecharlas y a la vez abrir
tu mercado no parece tan coherente", reafirmó.
Explicó que el sistema SGP+ consiste en una serie de ventajas que la
UE concede unilateralmente y tiene vigencia hasta 2025, mientras que la
aplicación de la cláusula de nación más favorecida es independiente de
la negociación de otros acuerdos.
Además, Endara señaló que al Gobierno de Evo Morales le preocupan "en
demasía" algunos apartados del acuerdo de las otras naciones andinas
con la UE referentes a la propiedad intelectual, la política de compras
púbicas y la regulación de la inversión en servicios.
Según el funcionario, los criterios de la UE sobre propiedad
intelectual "van en desmedro de poder soberano de administrar las
propias marcas, patentes o registros de recursos genéticos".
El acuerdo de libre comercio podría perjudicar también la política de
compras públicas de Bolivia, que contempla un umbral para empresas
nacionales para estimular la producción interna, dijo.
Señaló que éstos son "aspectos sensibles que forman parte de la política nacional y están constitucionalizados".
Endara también indicó que Bolivia y la UE tienen pendientes
conversaciones técnicas en torno a estos apartados, que no han podido
realizarse por problemas de agenda de ambas partes.
Sostuvo que el mercado europeo "es uno de los más importantes para
productos no convencionales" como los agropecuarios, forestales o de
artesanía, que son una alternativa a las exportaciones de materias
primas del país.
Sin embargo, afirmó que para aumentar la exportación a la UE primero
hay que trabajar de manera conjunta con el sector privado para
identificar la oferta específica de cada empresa y ayudar a darle salida
en el mercado europeo.