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Colombia redujo unilateralmente en un 44 por ciento el precio de un
medicamento para combatir el cáncer producido por la farmacéutica
Novartis, más de seis meses después de que el país sudamericano declaró
de interés público su patente, informó el miércoles el Ministerio de
Salud.
El fármaco que ha provocado la disputa es imatinib, producido por el
laboratorio suizo bajo la marca Glivec o Gleevec, altamente usado y
efectivo para tratar la leucemia mieloide crónica y otros tipos de
cáncer.
Es la primera vez en la historia que Colombia declara una patente de interés público y reduce el precio de un medicamento.
“El precio máximo de venta para todas las formas farmacéuticas y
presentaciones comerciales del medicamento Glivec (principio activo
imatinib) será de 206,42 pesos por miligramo. Esto significa una
reducción efectiva del 44 por ciento con respecto a los 368 pesos por
miligramo anteriormente autorizados”, dijo un comunicado del Ministerio
de Salud.
Colombia y Novartis mantuvieron una negociación directa para reducir
el precio, pero el proceso fracasó y se abandonó. Cada tableta de 400
miligramos de Glivec tiene un precio autorizado de 147.200 pesos (49
dólares) y con la medida quedará en 82.568 pesos (27,6 dólares).
La declaratoria de interés público es una medida para corregir abusos
del derecho de patente y prácticas anti competitivas. Cuando es con
fines de licencia obligatoria, permite hacer versiones genéricas baratas
de medicamentos considerados de vital importancia para la salud sin
consentimiento de los titulares.
La decisión tomada por el Gobierno colombiano permitirá al
laboratorio Novartis, titular de la patente de Glivec, mantener el
monopolio en el mercado, pero con un precio regulado que simula unas
condiciones de competencia entre la molécula original y sus genéricas.
Inicialmente el imatinib -usado por unos 2.500 pacientes oncológicos
en Colombia- no tenía patente, por lo que laboratorios de genéricos
entraron el fármaco con costos hasta 197 por ciento más bajos, hasta que
Novartis logró la concesión por seis años en 2012, lo que implicó la
salida de los competidores.