No tiene un yate. Cobra $9859 por mes y a partir de hoy el Pami le
quita la posibilidad de renovar la provisión gratuita de medicamentos
subsidiados.
El año pasado la nueva administración de Cambiemos sacó del subsidio
la provisión de los medicamentos más caros y habituales en enfermedades
como la artrosis y las varices. Hundiendo más aún el cuchillo,
recortaron la provisión de tiras reactivas y agujas para los diabéticos.
Bajo la cortina de humo de medidas "contra la corrupción" y los
negociados turbios de las farmacias, se está llevando adelante un
verdadera masacre contra los jubilados y pensionados.
Si bajo el gobierno de Cristina Kirchner la jubilación mínima se
mantuvo en niveles de indigencia, el gobierno de Macri se propone llevar
el ajuste sobre el sector más vulnerable y desprotegido del pueblo.
Bajo ambos gobiernos la jubilación es un verdadero infierno porque para
los capitalistas este sector representa una carga improductiva y para
los partidos patronales está fuera de sus estrategias electorales.
Mientras los sindicatos miran para otro lado. Como trabajadores del
Pami no podemos aceptar ese pacto perverso. Hay que exigir a los gremios
medidas para impedir que sigan avanzando contra la salud de los
afiliados.