revistachacra.com.ar.-La apertura para el ingreso de
carne vacuna y la continuidad en el envió de biodiésel argentino a los
Estados Unidos estará supeditado a los pedidos que hará en junio próximo
el secretario de Comercio del país del Norte, Wilbur Ross, que
reclamara cambios en la legislación nacional para la aprobación de
patentes en semillas que esperan salir al mercado.
La
información, confirmada por fuentes oficiales y extranjeras, se dará en
el marco de una reunión que mantendrá Ross con el ministro de
Producción, Francisco Cabrera. La misma fue pactada semanas atrás
durante la visita del presidente Mauricio Macri a EE.UU.
La
agenda entre ambos funcionarios pasará por terminar de definir los
aspectos legales y técnicos en la apertura formal de limones. Para
continuar luego con carnes y biodiésel. Este último está sujeto a una
investigación por dumping y subsidios cuyo resultado se sabrá recién a
fin de año.
Sin embargo,
el secretario Wilbur Ross aprovechará el encuentro para traer un pedido
de la industria semillera y no es más que cambios en la aprobación de
los genes por parte del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial
(I.N.P.I.) que depende de Producción.
Según
pudo saber este diario las autoridades del país del Norte solicitarán
modificar los criterios para la autorización de los genes y también la
agilización de los mismos.
Actualmente
la mas conocida que ya está en el mercado es "Intacta RR2 PRO" cuyo
dueño es Monsanto, pero también hay otras que pertenecen a: "Basf,
Syngenta, Dow AgroSciences, entre otras", recalcaron fuentes oficiales.
Ross
le recordará a Cabrera que tras el cambio de gobierno, Argentina se
mostró proclive a la llegada de inversiones. Una de ellas es el ingreso
de nuevas semillas al circuito comercial agrícola.
Quedará
entonces en manos de la Argentina si cede al pedido entendiendo que del
otro lado esta la apertura comercial de carne vacuna y que se siga
exportando biodiésel, en donde hace poco el Gobierno redujo las
retenciones, una tema que no había sido pedido por la industria y que se
entiende como una medida de defensa frente a la investigación
norteamericana.
En el
caso de las semillas tiene en su haber la discusión de hace
aproximadamente un año con Monsanto que al patentar su gen, exigió por
derecho su cobro a través de acuerdos con la exportación para que se
analicen la soja que llegaba al puerto y luego pedir un rédito económico
a los productores. La discusión llegó hasta el mismo Mauricio Macri.
Hoy el Gobierno, pese a la desmentida de alguna entidad agropecuaria, avanza en la unificación de criterios para impulsar una nueva ley de semillas. De no llegar a un acuerdo, Agroindustria ya cuenta con un plan B.
La apertura de carne vacuna y el freno al biodiésel, parte de la agenda de Producción