(El Pueblo en Línea) -La llamada "transferencia
forzosa de tecnología" no existe en China. Es una mentira cocinada por
políticos estadounidenses.
No pueden probar sus afirmaciones aquellos
que inventaron el cuento sobre la exigencia del gobierno chino a las
empresas extranjeras que “tienen” que entregar sus tecnologías si
quieren hacer negocios en China.
Es innegable que el concepto de aprendizaje mutuo se verifica, de forma
global, en el desarrollo de la tecnología. Hace 30 años, Estados Unidos
estaba muy por delante de otros países en tecnología. En ese momento
China necesitaba aprender de Estados Unidos, y de hecho mejoró mucho su
fuerza tecnológica a través de la proximidad con los líderes mundiales
del sector.
Sin embargo, a lo largo de su desarrollo, China nunca ha tenido
políticas o prácticas que la vinculen con el hecho de forzar a las
empresas extranjeras para que transfieran sus tecnologías al gigante
asiático.
¿Las empresas extranjeras han transferido tecnologías a sus homólogos
chinos? Sí, seguro. Y debe quedar claro que esa transferencia de
tecnología ha sido una actividad comercial mutuamente beneficiosa.
Por ejemplo, Siemens ha apoyado a China en sus esfuerzos por
desarrollar la tecnología Time Division - Synchronous Code Division
Multiple Access (TD-SCDMA). La compañía había desarrollado previamente
la tecnología TD-SCDMA, pero no obtuvo apoyo en Europa. Por lo tanto,
Siemens cambió su enfoque a la tecnología de duplexado por división de
frecuencia (FDD), lo que significaba que sus resultados tecnológicos en
la tecnología TD-SCDMA en gran medida se desperdiciarían. Es por eso que
estuvo dispuesta a cooperar con las empresas chinas y proporcionar sus
logros en materia de TD-SCDMA.
Asimismo, con el objetivo de desarrollar equipos de sistemas de
comunicación, incluyendo tecnologías y productos 5G, es bien sabido que
Nokia Corporation y Alcatel-Lucent Shanghai Bell Co. Ltd. han
establecido una nueva empresa conjunta: Nokia Shanghai Bell.
Si dos empresas deciden expandir su mercado mediante la creación de una
empresa conjunta, ¿cómo pueden integrar y poner en común sus fortalezas
para desarrollarse si no comparten sus tecnologías?
A medida que las empresas chinas se fortalecen y se expanden en el
mercado extranjero, han ido entendiendo que tienen que pagar por el
derecho a utilizar la propiedad intelectual. En China, Huawei es el
cliente más importante de Qualcomm, comprándole una enorme cantidad
anual de microprocesadores y pagándole por el derecho a utilizar su
propiedad intelectual.
En el mundo globalizado de hoy, se ha convertido en una práctica
habitual, tanto para las empresas chinas como extranjeras, el hecho de
negociar contratos que acuerden el derecho a utilizar la propiedad
intelectual de la contraparte y de resolver cuestiones relativas a los
derechos de la propiedad intelectual a través de canales legales. Si una
empresa china viola los derechos de propiedad intelectual de una
empresa extranjera, ésta puede denunciar la infracción a las autoridades
chinas o presentar una demanda ante los tribunales.
En la actualidad, los productos más populares de Estados Unidos
vendidos en China provienen de la industria de la informática y la
electrónica, como los microprocesadores, los programas de computación,
los servidores y los enrutadores. Además de hacerlo con empresas
estadounidenses, las empresas chinas también cooperan con pesos pesados
de la industria como Nortel Networks, Ericsson, Nokia y Siemens.
Hasta la fecha, no existe ningún ejecutivo extranjero que se haya
quejado porque una empresa china le obliga a transferir tecnologías.
Tampoco ninguna empresa o proyecto chino ha establecido la transferencia
de tecnología como un requisito obligatorio para la cooperación.