domingo, 19 de abril de 2020

Mercosur: Proponen declarar de uso público vacuna contra Covid

Nelson Nicoletti*.- El Parlasur dio ayer ingreso a un importante proyecto del bloque peronista que fue presentado por el parlamentario chaqueño Julio Sotelo, por el cual se pretende declarar de uso público la vacuna contra el coronavirus y facilitar su gratuidad y libre acceso.
Expresa textualmente el proyecto en sus tres artículos: «Artículo 1- El Parlamento del Mercosur recomienda al CMC que se considere bien de uso público, universal y gratuito en el Mercosur de una fórmula genérica de manera de garantizar el acceso libre y gratuito a la posible vacuna y al tratamiento efectivo para el Covid-19; Artículo 2- Al CMC, que las autoridades de Salud Pública de los Estados Partes, en el marco de la Reunión de Ministros de Salud, establezcan los lineamientos, las directrices y las acciones conducentes a garantizar el libre acceso a la posible vacuna en el Mercosur y que se solicite a la Organización Mundial de la Salud disponga el libre acceso y que realice todas las acciones para acelerar la investigación de posible vacuna garantizando una justa y universal distribución; Artículo 3- Al CMC que solicite a la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) que no reconozca ninguna inscripción o patentes del nuevo coronavirus Covid-19 y que considere que la vacuna sea un bien de uso público universal y gratuito de fórmula genérica de acceso libre de manera de no entorpecer la distribución y comercialización del mismo».
Fundamentación.
Este parlamentario debió fundamentar el apoyo a la iniciativa, señalando que «si alguna enseñanza ya nos estaba dejando la pandemia era que no se tolera más la escandalosa desigualdad social en la humanidad, como tampoco el uso abusivo de la naturaleza, y que se impone comenzar a establecer nuevos paradigmas asentados en la solidaridad y el bien común».
Entre los numerosos argumentos que sostienen el proyecto, los parlamentarios argumentan que «la industria farmacéutica mundial se encuentra en pleno desarrollo de investigación y prueba para el desarrollo de una vacuna que permita combatir el Covid-19 y que muchos expertos sostienen que habrá que esperar al menos un año para encontrar una vacuna para contener la propagación de dicho virus; que en muchos casos dichas investigaciones, más allá de los fondos privados de las empresas farmacéuticas, han recibido y están recibiendo aportes estatales para acortar los tiempos de la investigación; que la continuidad de la pandemia afecta a la economía mundial de una manera sin precedentes según las estimaciones de todos los organismos internacionales, lo cual aumentará drásticamente el número de pobres a nivel mundial; y que dicha crisis será significativamente más profunda en los países menos desarrollados, según lo ha manifestado el FMI en su informe, en el que indica la necesidad de alivianar los costos de las deudas externas de los países de menores recursos».
Precios y distribución.
Por otra parte, y a partir de la experiencia mundial adquirida en aquellas situaciones similares, se sabe que «la producción y distribución de las futuras vacunas a nivel mundial constituirá un gran problema que deberán afrontar los gobiernos para poder garantizar el acceso a toda la población. Para ello, será imprescindible contener los precios y hacer una equitativa distribución mundial; que existen diversas propuestas para la adquisición de los derechos de propiedad intelectual de las compañías que tengan éxito en el desarrollo de la vacuna, de manera que esos derechos puedan ser utilizados por otras compañías para producir a gran escala, o para que la vacuna esté disponible sin derechos de propiedad intelectual, de manera gratuita;
que es necesario que los gobiernos se alíen para garantizar su producción masiva a escala planetaria y el suministro de grandes cantidades a todos los países; y que es imprescindible que la vacuna llegue lo antes posible a toda la población, de manera de garantizar el derecho de la población a la salud», como así que «la investigación privada no garantiza ni la producción ni la distribución de las vacunas a gran escala y mucho menos su accesibilidad».
«Por lo tanto, la propiedad intelectual de la vacuna debe ser un bien público, ya que no se trata de salvar a los habitantes de un país en particular. El virus es global así que se necesita una respuesta global», y se destaca también que «organizaciones como Médicos Sin Fronteras han exigido que no se patenten ni se reciban beneficios y ganancias comerciales de los medicamentos, los testeos o las vacunas que se desarrollen para la pandemia de Covid-19, y que los gobiernos se preparen para suspender y anular patentes y tomar otras medidas, como el control de precios, para garantizar la disponibilidad, reducir el precio y salvar más vidas».
«Algunos gobiernos ya han tomado medidas para facilitar la anulación de patentes mediante la emisión de licencias obligatorias para medicamentos, vacunas y otras herramientas para el Covid-19; y que, en ese sentido, sería fundamental declarar de utilidad pública o de interés social, ante la emergencia mundial producto de la pandemia, la futura vacuna de manera de dejar sin efecto la protección que otorga la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI)» porque «la liberación de la patente y de los derechos que esta otorga a los propietarios es esencial en esta situación de emergencia planetaria».
* Parlamentario del Parlasur por el PJ de La Pampa.