miércoles, 17 de marzo de 2021

EE.UU. acapara un arsenal de 1.300 millones de vacunas contra el covid y se niega a compartirlas con otros países

 



Estados Unidos avanza con el objetivo de vacunar a toda su población adulta en mayo y lleva un ritmo vertiginoso porque ha comprado cerca de 1.300 millones de vacunas, una cifra que sobrepasa largamente lo necesario para inmunizar a sus 330 millones de habitantes.

 

Además, mientras acumula un amplio stock, Estados Unidos rechaza peticiones de otros países para que las comparta o entregue lo que no va a utilizar.

Con tres vacunas aprobadas por la FDA (Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, esta ultima de una sola dosis) la campaña de vacunación avanza rápido para frenar la pandemia en el país más afectado del mundo, con 29 millones de contagiados y 532.000 muertos.

un centro de vacunación en una escuela de Revere, Massachusetts. (EFE)

un centro de vacunación en una escuela de Revere, Massachusetts. (EFE)

El viernes se anunció que los trabajadores sanitarios ya administraron en total más de 100 millones de dosis, según los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), y que 35.000.159 de estadounidenses están completamente vacunados, el equivalente al 10,5% de la población.

Desde mediados de enero, los casos disminuyen y la mortalidad ha descendido en picada.

La campaña de inmunización comenzó el 14 de diciembre, con la presidencia de Donald Trump, que antes había lanzado la operación Warp Speed, que incluyó alianzas público-privadas para el rápido desarrollo de las vacunas.

Ahora, Joe Biden, que lleva 50 días en la Casa Blanca, instruyó a los estados para que todos los adultos puedan vacunarse libremente desde el 1 de mayo.

Estados Unidos se aseguró la compra de millones de dosis de vacunas contra el Covid. (AP)

Estados Unidos se aseguró la compra de millones de dosis de vacunas contra el Covid. (AP)

De hecho, en muchos puntos del país ya está sucediendo: en Alaska, por ejemplo, ya reciben sus dosis los mayores de 16 años.

Biden pidió también que el proceso de inmunización se acelere con el suministro en farmacias, supermercados, estadios y centros comunitarios.

Además, también anunció que reclutará a dentistas, veterinarios y estudiantes de la salud para que ayuden a inyectar las dosis.

Pero, sobre todo, se aseguró un millonario stock de vacunas, suficientes como para inmunizar tres veces a toda la población.

El detalle de la compra de vacunas

Según un conteo de The Washington Post, hasta esta semana Estados Unidos había comprado o cerrado contrato para adquirir 1,3 millones de dosis de 6 diferentes laboratorios. El almacenamiento (que comenzó durante la presidencia de Trump) incluye:

– 200 millones de dosis de Johnson & Johnson.

– 300 millones de Pfizer.

– 300 millones de Moderna.

– 300 millones de AstraZeneca.

– 100 millones de Novovax.

– 100 millones de Sanofi.

Un empleado de McKesson Corporation empaca una caja de vacuans de Johnson and Johnson para enviarla desde sus instalaciones en Shepherdsville, Kentucky, EE. UU. (EFE)

Un empleado de McKesson Corporation empaca una caja de vacuans de Johnson and Johnson para enviarla desde sus instalaciones en Shepherdsville, Kentucky, EE. UU. (EFE)

Todas estas dosis juntas serían suficientes para vacunar a unos 750 millones de personas, dado que todas las vacunas (salvo las de Johnson & Johnson) requieren dos dosis.

Considerando que hay 260 millones de adultos en Estados Unidos, esta cifra está muy por encima del umbral necesario para inmunizar a toda la población.

Tres de esas vacunas (AstraZeneca, Novovax y Sanofi) todavía no han sido aprobadas por la Food and Drug Administration (FDA).

Además, una de las razones por las que la cifra total es tan grande es porque el gobierno de Trump compró cientos de millones de dosis de vacunas el año pasado, antes de que ninguna de las marcas fuera aprobada, como una manera de fomentar el desarrollo de vacunas, y para cubrir las apuestas sobre las cuales se administrarían primero.

Acaparamiento de dosis

Pero a pesar de tener vacunas para todos y aún más, Estados Unidos no quiere, al menos por ahora, compartirlas con el resto del mundo.

“Todavía hay 1.400 personas que mueren en este país a diario, y debemos centrarnos en abordar eso. En este momento, ha habido peticiones de todo el mundo, por supuesto, de varios países que han solicitado dosis de EE.UU. y no las hemos proporcionado a nadie. Esto no es sobre Europa, es sobre nuestro foco y nuestra prioridad”, dijo el viernes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Las dosis de Moderna contra el Covid, otra de las sustancias compradas por Estados Unidos. (EFE)

Las dosis de Moderna contra el Covid, otra de las sustancias compradas por Estados Unidos. (EFE)

También se le preguntó el motivo por el que el gobierno de Biden mantiene almacenadas decenas de millones de dosis de vacunas de AstraZeneca, por ejemplo, cuando no ha sido aprobada por la FDA y aún no puede aplicarse.

La situación ha causado inquietud en lugares donde se está teniendo dificultades para lograr vacunas suficientes para su población, como en América latina y la Unión Europea.

Psaki dijo que EE.UU. quiere “garantizar que tenemos la máxima flexibilidad, que estamos sobreabastecidos y preparados, y que tenemos la capacidad de proporcionar vacunas -cualesquiera que sean las más efectivas- al público estadounidense”.

Agregó que, si bien compañías estadounidenses como Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson, están obligadas por contrato a entregar sus dosis al gobierno de EE.UU., son libres de tener acuerdos con otros países.

En respuesta sobre si Biden siente la obligación moral de repartir vacunas a otros lugares, la portavoz afirmó que el presidente está centrado en sacar a EE.UU. de la crisis sanitaria.

“Quiere tener, como líder de este país, la máxima flexibilidad”, destacó Psaki, quien agregó que al mismo tiempo Washington desea ser “colaborador y cooperador” con la comunidad internacional.

En una conferencia sobre el Mercosur, el canciller argentino Felipe Solá dijo el viernes que hay “un nivel de angustia y desesperación en varios de nuestros países” por la posibilidad de tener o no vacunas contra el Covid 19 y habló de “egoísmo nacionalista”, aunque sin mencionar a Estados Unidos.

Su homólogo paraguayo, Euclides Acevedo, señaló que “las vacunas deberían ser un bien común universal, pero no las obtenemos debido a la avaricia de algunos”.

El presidente dominicano, Luis Abinader, hizo un reclamo directo al jefe de la Casa Blanca. “Pdte. @JoeBiden, países de menor desarrollo y aliados tradicionales de los EE. UU., como Rep. Dom., hemos aprobado la vacuna de AstraZeneca y la necesitamos con urgencia. No permita que la espera de nuevos ensayos demore nuestro acceso inmediato a esta vacuna. No sería justo”, escribió el gobernante dominicano en Twitter.

En EE.UU. destacan el esfuerzo de Biden por cooperar a nivel global. En su primer día en el cargo, el presidente volvió a colocar a EE.UU. dentro del marco de la Organización Mundial de la Salud y se sumó a Covax, un esfuerzo multilateral para distribuir vacunas en todo el mundo.

El presidente se comprometió luego a “tratar de ayudar al resto del mundo” con las vacunas, después de “asegurarse de que los estadounidenses sean atendidos primero”. “Si tenemos superávit, lo compartiremos con el resto del mundo”, dijo.