COMITE PARA LA ABOLICION DE LA DEUDAS ILEGITIMAS
El Consejo de los Adpic de la OMC se reúne del 13 al 14 de octubre en Génova. El G20 se reúne en Roma los días 30 y 31 de octubre.
Aprovechemos esas fechas para plantear la exigencia del fin de las patentes, la transferencia de tecnología, por una vacunación universal, inmediata y gratuita, construida con las poblaciones, especialmente las más precarias, asociada a inversiones masivas en los sistemas de salud pública, y la promoción de medidas preventivas.
Nos dirigimos a todas las organizaciones, francesas e internacionales, democráticas, sindicales, las peticiones (Stop patentes, Iniciativa ciudadana europea, Llamada internacional del CADTM…), los foros, la ciudadanía, para preparar iniciativas de movilización unitaria en torno a esas fechas. También presentamos este texto que puede servir como base a estas movilizaciones. Queremos obligar a la OMC y al G20 a escuchar nuestras exigencias, y proponemos constituir una delegación para una convocatoria de reunión que dirigimos a la OMS, la OMC y al G20. ¡Comunicaremos ampliamente sobre estas iniciativas, que no pueden hacerse más que sobre la base de una movilización que debe construirse!
A pesar de todas las buenas palabras de los jefes del mundo, la brecha de vacunas entre países ricos y pobres no hace más que crecer frente a la Covid. Comprando a precio de oro las vacunas gracias a miles de millones de euros y dólares de subvenciones públicas, los países ricos han conseguido vacunar a cerca del 80% de su población. Incluso se comprometen con una tercera dosis de la vacuna. Mientras, ¡África apenas ha podido vacunar al 3% de su población! Es la otra cara de las patentes, de esta apropiación privada de esos bienes comunes que deberían ser las vacunas anti-covid: altos precios, escasez mundial, que resulta en una verdadera segregación vacunal. ¡Y su procesión de miles de muertos! Con el riesgo mañana de una variante aún más agresiva que amenaza todos los esfuerzos de vacunación, si la mayor parte de la humanidad, la más pobre, es olvidada por las patentes y la escasez.
Sin embargo, existe una solución. Un destacable estudio de la organización de consumidores estadounidense Public Citizen, junto con investigadores de la universidad de Oxford, muestra que con el levantamiento de las patentes y las transferencias de tecnología se puede vacunar al planeta.
Con los mismos instrumentos de planificación que la industria farmacéutica utiliza para preparar sus proyectos de emplazamientos industriales, el estudio demuestra de manera convincente “cómo la comunidad internacional podría poner en marcha centros regionales capaces de producir ocho mil millones de dosis de la vacuna de ARNm de aquí a mayo de 2022. Esto bastaría para cubrir al 80% de la población”. ¿El coste? 9.400 millones de dólares para una vacuna de tipo Pfizer-BioNTech, para cinco instalaciones, 17 líneas de producción y 1.386 empleados. ¡Una cifra a comparar con las decenas y decenas de miles de millones en subvenciones gubernamentales recibidas por los trusts de la farmacia para vacunar únicamente a los más ricos, aumentar ganancias y colocarlas en paraísos fiscales!
Los gobiernos se niegan a ir contra las patentes y los beneficios de los laboratorios y, lamentablemente, la Unión Europea está a la vanguardia de esta negativa. Dicen preferir donaciones de dosis y licencias libres. ¿Donaciones de dosis? Un fiasco total, dado que la OMS subraya que solamente el 15% de los mil millones de dosis prometidas se ha entregado realmente. ¿Licencias libres? ¡¡¡La mayoría de las veces, Pfizer y Moderna se niegan para mantener el control de las tecnologías de Arn y una escasez que les permite aumentar aún más sus precios!!!
¡Así que no hay otra solución que hacer oír la voz de los pueblos para exigir con India, Sudáfrica y un centenar de ONG el levantamiento de las patentes!
El Consejo de los Adpic de la OMC se reúne del 13 al 14 de octubre en Ginebra. El G20 se reúne en Roma los días 30 y 31 de octubre. Aprovechemos esas fechas para plantear la exigencia del fin de las patentes, la transferencia de tecnología, por una vacunación universal, inmediata y gratuita, construida con las poblaciones, especialmente las más precarias, asociada a inversiones masivas en los sistemas de salud pública, y a la promoción de medidas preventivas.