abc.es.-La compañía Teva, líder mundial en medicamentos genéricos, mantiene una guerra abierta en los tribunales españoles contra el gigante farmacéutico Bristol Myers Squibb (BMS). En juego hay una patente millonaria de un fármaco superventas -el anticoagulante apixabán-, un nuevo negocio para un laboratorio que fabrica versiones de innovaciones y una posibilidad de ahorro para el sistema nacional de salud, más allá de los intereses empresariales.
Apixabán es el principio activo de Eliquis, la marca comercial de Bristol. Cuando se desarrolló entró a formar parte de una nueva familia de anticoagulantes llamados de acción directa. Son más modernos, más seguros y también bastante más caros que el tratamiento tradicional, el famoso sintrom el anticoagulante más vendido en España para los enfermos de corazón. La ventaja de Eliquis sobre el clásico sintrom es que reduce el riesgo de hemorragia y los controles de los enfermos, pero se suele reservar para los pacientes de mayor riesgo por su alto coste.
Cuando haya genérico, bajará el precio y ya no habrá motivos para que no sea la primera elección para la mayoría de enfermos. El original de Bristol se vende ahora en las farmacias por unos 80 euros y su versión genérica costaría algo más de la mitad de su precio original.
Cuando un laboratorio farmacéutico pone en el mercado un medicamento innovador goza de una protección por patente de veinte años, un tiempo en el que se da margen a la compañía para rentabilizar los costes de investigación. Hasta entonces ninguna otra farmacéutica puede hacer una copia o versión de su producto. Se blindan los derechos de propiedad intelectual para fomentar la innovación de la industria, pero la Oficina de Patentes Europea prevé fórmulas que permiten ampliar la patente más allá de esas dos décadas o, por el contrario, ponerle fin antes de tiempo. Y es lo que está intentando hacer Teva en diferentes tribunales europeos con apixabán.
Patente hasta 2026
La patente del anticoagulante vencía en noviembre de 2026, pero Teva ha pleiteado en los tribunales utilizando el argumento de plausabilidad, una vía abierta el año pasado en Europa. Lo que se busca demostrar es que el laboratorio innovador no explicó en detalle su avance científico para solicitar la patente, «de manera que fuera plausible que cualquier experto en la materia pudiera entender el mecanismo de acción», explica una fuente jurídica cercana al caso.
Es una forma de avisar a las empresas innovadoras de que si se les dan un monopolio en un mercado de libre competencia deben demostrar que cuenta con la «suficiente descripción» para que otros investigadores puedan beneficiarse de nuevo conocimiento para el avance de la ciencia. Esta doctrina es nueva y abre ahora una nueva vía para atacar patentes que no se había utilizado hasta ahora.
Reino Unido, sí; Francia, no
El argumento de plausabilidad ha convencido en algunos tribunales, pero no en todos. La empresa de genéricos ha ganado pleitos contra la patente en Irlanda, Reino Unido y, en Portugal, donde han podido empezar a comercializar su copia del apixabán. Sin embargo, han perdido en otros tribunales de Francia, Países Bajos, Suecia y Noruega donde la justicia de esos países ha dado la razón al dueño de la patente.
En España el caso tuvo el respaldo de un primer tribunal de Barcelona, aunque BMS logró frenarlo. Primero presentó un recurso contra la Audiencia Provincial de Barcelona y , al tiempo, pidió en otro juzgado de Madrid que declarara medidas cautelares para que el genérico no saliera al mercado. Y lo ha logrado, tal y como adelantó el periódico 'El país'.
Teva farma tenía preparadas decenas de miles de envases para empezar a comercializar en España que por decisión judicial no podrá distribuir en las farmacias españolas. Tampoco la sanidad pública podrá recetar el genérico hasta que se resuelva la disputa en los tribunales.
Rafael Borrás, director de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Teva, prefiere no entrar a valorar si se trata de una sentencia justa o injusta. Aunque avanzó que seguirán peleando «por seguir trabajando para que los enfermos puedan acceder a nuevos medicamentos y trabajar por la sostenibilidad del sistema sanitario», explicó a ABC.