Por Francisco J. Guerra
26 de abril.- Todos los años se celebra el día mundial de la propiedad intelectual, auspiciado por la Organización Mundial (OMPI). Esta oficina especializada de la ONU armoniza las políticas que se imponen en los países y coopera para la consolidación de un sistema de patentes, marcas y derechos de corporaciones de toda índole.
La propiedad intelectual, en sus dos ramas, derechos de autor y conexos y propiedad industrial, es el mecanismo político-jurídico-económico mediante el cual, las principales firmas del mundo, conquistan mercados, extraen ganancias y y fugan capitales hacia paraísos fiscales.
Las principales empresas petroleras, alimenticias, farmacéuticas, audiovisuales, comunicacionales, automotrices, aeroespaciales, navieras y de otras actividades de la industria, comercio o sevicios, utilizan las patentes, marcas, derechos de autor-corporativo, transferencia de capitales tecnológicos o diseños industriales para crear monopolios legales que concentran ganancias extraordinarias hacia las cuentas bancarias y offshor.
Bajo una fachada de armonización y derechos de las personas a poseer su titularidad sobre invenciones o derechos autorales se monta una gigantezca industria del saqueo legalizada a través de la OMPI, OMC y las oficinas de marcas y patentes de todo el mundo.
La complicidad de las instituciones gubernamentales en cada uno de los países, hace de la propiedad intelectual un instrumento de control de la industria y el comercio internacional de EEUU y sus monopolios como vanguardia del sistema económico-financiero que domina buena parte de los insumos necesarios para la creación y reproducción del propio capitalismo.
La consecuencia de estas operaciones globales utilizando los derechos monopólicos de propiedad intelectual es el bloqueo de las industrias nacionales, la disminución del trabajo local, la menor producción en los países, un aumento del desempleo y la pobreza por medio de la fuga de capitales desde la periferia a los países centrales,
El mecanismo de creación de monopolios/oligopolios, facturación, remisión de ganancias y vaciamiento de los países, hace de la propiedad intelectual una aberración de la propia humanidad que profundiza la decadencia de un sistema perverso que esclaviza a los seres humanos.