La presidenta argentina, Cristina Fernández, y el ministro del Interior
de ese país, Florencio Randazzo, presentaron esta semana a la
ciudadanía, el nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI).
“Esto
no es mágico, empezamos a trabajar desde el primer día de gestión a
partir de una decisión que tomó la Presidenta (Cristina Fernández de
Kirchner), cuando soñamos que era posible hacer un DNI a precios
razonables, con empleados del Estado, sin tercerizar nada, con software libre, sin pagar ningún tipo de licencia o royalty”, agregó Randazzo. Para la puesta en marcha de este nuevo sistema digitalizado, se desarrolló “un software
libre con empleados del Registro Nacional de las Personas”, señaló
Randazzo, aunque la licitación de todo lo que se compró fue
internacional y hecha por un organismo de Naciones Unidas siendo las
máquinas son de origen suizo y fueron ensambladas en el país
La
Presidenta subrayó que el coste total de la inversión para la producción
del nuevo DNI, incluyendo edificio, maquinarias y cursos de
capacitación es de 18.060.000 dólares, contra los 132 millones que
habría costado el DNI propuesto en la época de Carlos Menem.
Antes de descubrir las benéficas aplicaciones del software
libre para la Argentina y durante el gobierno Kirchner, el entonces
ministro y actual senador nacional, Daniel Filmus (candidato perdedor
frente a Mauricio Macri) estampó su firma en el convenio “Partners in
learning” [1] el día 21 de mayo del 2004, pese a que gran cantidad de organizaciones
trabajaron arduamente para detener ese acuerdo que ofreció a la empresa
de Redmond un fuerte injerencia sobre la educación pública con ventajas
y condiciones favorables a una empresa en tanto que proveedora de
servicios a un Ministerio de la Nación.
El Gobierno Nacional
tendría que destinar fondos de Educación para comprar las licencias del
sistema operativo y el paquete de oficina, y en este caso, considerando
el punto C del acuerdo, el contrato se realizaría en “condiciones
favorables para Microsoft y en forma directa”.
A todo esto se
sumaban las condiciones bajo las cuales se había firmado este convenio,
específicamente a las cláusulas de no divulgación pública de un acto de
gobierno que comprometió a la educación pública y de “confidencialidad”.
Filmus, presionado ante tan evidente “negocio”, recibió luego a
Richard Stallman, en una reunión donde el tema central fue la necesidad
de usar software libre en la educación. En paralelo a este
encuentro, vale recordar que el acuerdo “Alianza por la educación” con
la firma Microsoft seguía vigente y en proceso de implementación.
Otro de los proyectos Filmus, fue la frustrada compra en la que Argentina adquiriría 1 millón de laptops a 100 dólares One Laptop Per Child,
a finales del año 2007". De esta manera, el país sería el primero
hispanoparlante en adherirse al plan, junto a China, Tailandia, Brasil y
la India. Se espera que los prototipos de las laptops estén
disponibles en Argentina durante los primeros meses del año 2006.
Durante la Cumbre de la Sociedad de la Información que se celebrará en
noviembre de ese año, Negroponte presentaría un prototipo de la notebook. Este proyecto no prosperó, el coste de las latops reasultó muy superior al anunciado por Filmus. apenas estén disponibles a través del Plan.
El
senador porteño por el Frente para la Victoria, Daniel Filmus, presentó
además un proyecto de ley para la promoción de la inversión privada en
las actividades científicas y tecnológicas, que busca revertir la
situación de falta de capitales privados en la investigación científica.
El emprendedor senador presentó también el denominado proyecto
de “cánon digital” impulsado por la las transnacionales de la cultura y
sus cooptados socios: la Sociedad Argentina de Autores y Compositores
(SADAIC), la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes
(SAGAI), la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES), la
Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y la Cámara Argentina de
Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF).
Hasta el gobierno británico abrió los ojos al software
libre al darse cuenta que éste puede ser una buena manera de ahorrar
dinero a sus contribuyentes, pues, para usar estos programas no es
necesario el pago de ningún tipo de licencia. También lo hizo Canáda.
Ya lo habían hecho los hermanos Venezuela, Brasil, Cuba, y otros.
¡Bienvenida Cristina al Software Libre!
[1] http://www.proposicion.org.ar/doc/referencias/ar/mecyt/122-04/convenio-facsimil.html