Mientras la peor crisis financiera de las últimas décadas se propaga por el mundo, los Estados Unidos avanzan hacia la construcción de monopolios mediante la utilización de las marcas y las patentes.
La cooperación técnica y operacional entre el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) de Brasil y la Oficina norteamericana de marcas y patentes (USPTO) "avanza de forma significativa. El avance se experimenta en especial en las prácticas relacionadas con el examen de marcas y patentes".
A esta conclusión llegaron el presidente del organismo con sede en Río de Janeiro, Jorge Ávila, y el cónsul y representante de la oficina USA, Dorian Mazukevich, el día 10 de octubre pasado en una reunión celebrada en la ciudad de San Pablo.
Esta es la cuarta de una serie de reuniones que comenzaron en el año 2006 entre dirigentes del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (USDOC) y de instituciones brasileñas que funcionan como un mecanismo informal de consultas.
Resultado de estos encuentros, funcionarios del área de biotecnología fueron entrenados durante ocho meses en la Academia de Patentes de los Estados Unidos.
Asimismo, cuarenta especialistas del INPI-BR participaron de programas de la Oficina yanqui en materia de marcas, patentes y copyrights.
El adoctrinamiento continuará en el año 2009 en temáticas asociadas a exámenes de búsquedas de información y de patentes.
La estrecha relación entre ambas Oficinas es una muestra de la injerencia que posee el gobierno de los Estados Unidos en materia de propiedad intelectual a pesar de las progresivas políticas en medicamentos llevadas adelante por el Ministerio de Salud del gobierno Lula, quien ha dado algunos pasos importantes al utilizar las licencias obligatorias como herramientas para garantizar el acceso a precios razonables en medicinas contra el HIV/SIDA.