Tarso López
Jorge Ávila (INPI) y Benoît Battistelli (EPO)
En otro acuerdo poco importante pero beneficioso
para las empresas europeas y dando un nuevo paso controvertido para el sistema
nacional de patentes, el INPI de Brasil y la Oficina Europea de Patentes (EPO)
van afirmar el 11 de abril un acuerdo bilateral con el supuesto objetivo de
reforzar la cooperación entre Brasil y la Unión Europea, según informaron
fuentes del INPI en Río de Janeiro.
La oficinas van a intercambiar documentos de
patentes en portugués e inglés para crear un sistema de traducción automática que
incluya al idioma lusófono en el sistema de traducción disponible en el site de
la EPO. Este sistema ya existe para otros idiomas y no ha sido presentado como algo trascendete, lo que escondería algún otro interés no develado por el funcionario local, quien ha sido denunciado por defender los intereses de laboratorios extranjeros por varios diputados del partido gobernante, PT.
Pero la relación entre el INPI y la EPO van más
allá de este acuerdo: un sistema de solicitudes electrónicas de patentes será
lanzado en julio, con lo cual se estima que millares de patentes europeas se
incrementen en la oficina de patentes de Brasil, pues la tasa de dependencia
del país sudamericano con respecto a alos países centrales mediante el tratado PCT es desfavorable
para Brasil.
Sin embargo, el presidente de INPI, Jorge Ávila,
solamente contabiliza las posibles solicitudes que empresas brasileras pudieran
decidir enviar a Europa, cuando es sabido que el idioma no es una barrera a la
hora de solicitar una patentes, como si lo son los pagos a bufetes de abogados
que representen a las empresas en Europa.
El acuerdo será firmado en el auditorio de la
federación de Industrias del Estado de Río de Janeiro, Rua Graça Aranha, 1 –
Centro.
La Oficina Europea de Patentes es el organismo que
si bien concede patentes de aquellos países que forman parte de la Unión
Europea, no es Estatal, pues sus directores no son funcionarios del gobierno de
ningún país de Europa, lo que ha llevado a la Comunidad Europea a considerar conformar
un nuevo organismo representativo de los Estados europeos y no de las
corporaciones de ese continente.