La medida fue dispuesta por el juez en lo Civil y Comercial Federal, Carlos Alvarez, quien confirmó lo dispuesto por una medida cautelar presentada hace una década por el laboratorio Microsules Argentina que se sintió afectado.
La Justicia ordenó a Sanofi Aventis que pague a una empresa farmacéutica argentina, Microsules, una indemnización de alrededor de 20 millones de pesos por "abuso de patentes" en el caso del medicamento oncológico doxetacel.
La Justicia ordenó a Sanofi Aventis que pague a una empresa farmacéutica argentina, Microsules, una indemnización de alrededor de 20 millones de pesos por "abuso de patentes" en el caso del medicamento oncológico doxetacel.
La medida fue dispuesta por el juez en lo Civil y Comercial Federal Carlos Alvarez, quien confirmó lo dispuesto por una medida cautelar presentada hace una década por el laboratorio que se sintió afectado.
La cautelar se había dictado en 2003 en favor del laboratorio Microsules Argentina para poder comercializar un medicamento oncológico con base en una patente de procedimiento sobre el polimorfotrihidrato del principio activo del docetaxel, se explicó.
La firma extranjera "ha perjudicado no sólo a nuestro cliente, sino a aquellas personas que debían tratarse con un medicamento oncológico base como era el docetaxel, medicamento estrella para tratar el cáncer, sacando del mercado cualquier competencia y ejerciendo de éste modo un monopolio sobre esta droga", explicó el estudio jurídico litigante en el caso.
Se detalló que en 2003 el medicamento Docetaxel constituía "el fármaco estrella para el tratamiento de varios tipos de carcinomas, empleado en las quimioterapias, y era, aún todavía lo es, una herramienta imprescindible para el tratamientos de los afectados".
En esos años -dijeron los abogados- la patente del medicamento era de "dominio público" y varios laboratorios argentinos, entre ellos Microsules, lo elaboraban y colocaban en el mercado a valores inferiores a los de la otra firma.
Por ese entonces la empresa demandada "patentó y registró una variable" de una molécula que compone el fármaco y "abusando de la ley de patentes y los procedimientos que ésta habilitaba, en 2003 trabó medidas cautelares contra todos los laboratorios argentinos que elaboraban" el remedio, explicaron los letrados.
Añadieron que así "sacó de mercado durante casi un año a todos los competidores" y pasó "a tener durante ese lapso, el monopolio absoluto del mercado, haciendo un verdadero abuso de la posición dominante".
Finalmente, el proceso judicial derivó en fallos a favor de Microsules Argentina en cuanto a las patentes y los daños y perjuicios, por lo cual la firma demandada "deberá abonar a la brevedad, más de 20 millones de pesos", indicaron los abogados.
Los Datos
La Justicia condenó a Aventis Pharma S.A. –hoy
Sanofi Aventis- a pagar a Microsules Argentina S.A. una indemnización
que a la fecha –con intereses- supera los $15.000.000. De ese modo se
ordenó resarcir los perjuicios ocasionados por Aventis a Microsules a
través de una medida cautelar abusiva trabada en el año 2003 con base en
una patente de procedimiento sobre el polimorfo trihidrato del
principio activo oncológico docetaxel.
El docetaxel es un compuesto oncológico, derivado del taxano e
integrante de la familia de los taxoides, sintetizado por el laboratorio
Rhone Poulenc –hoy Sanofi-Aventis- a principios de los 80. El docetaxel
fue objeto de una solicitud de patente en Francia presentada el 17 de
julio de 1986 (FR 2601675) que posteriormente derivó en la patente
europea EP 0253738 concedida el 31 de enero de 1990. En nuestro país,
atento que los medicamentos no eran patentables en aquél momento, el
docetaxel forma parte del dominio público.
Sin perjuicio de ello, en un típico caso de evergreening,
Rhone Poulenc –hoy Sanofi-Aventis- presentó en Francia en 1994 una
solicitud de patente que cubría un polimorfo de docetaxel -el docetaxel
trihidrato- y el procedimiento para prepararlo. A partir de dicha
prioridad, el 7 de julio de 1995 se presentó en Argentina la solicitud
de patente AR 255.663, concedida el 10 de julio de 2002, que únicamente cubre un procedimiento para preparar el docetaxel trihidrato.
Con base en la patente AR 255.663, Aventis Pharma S.A. –hoy
Sanofi-Aventis- solicitó diversas medidas cautelares contra sus
competidores. En el caso de Microsules, en agosto de 2003, Aventis
Pharma obtuvo una medida cautelar por medio de la cual se ordenó a
Microsules que describa el procedimiento utilizado para obtener el
principio activo docetaxel, exhiba y someta a secuestro toda
documentación relacionada con dicho procedimiento y, principalmente,
cese en la comercialización, importación y exportación de cualquier
producto que contenga el mencionado compuesto.
Al llevarse a cabo dicha medida, Microsules informó que no producía
ni comercializaba ningún medicamento que contenga el principio activo
docetaxel trihidrato –objeto de la patente de Aventis- y aclaró que
utilizaba el docexatel anhidro –que formaba parte del dominio público-.
Sin perjuicio de ello, como consecuencia de la medida cautelar,
Microsules no pudo disponer de una partida de docetaxel anhidro que fue
retenida en la Aduana impidiendo su despacho a plaza.
Frente a ello, Microsules inició un incidente de levantamiento de
medida cautelar, mediante el cual probó –a través de un perito químico-
que su producto utilizaba docetaxel anhidro y que la partida retenida en
la Aduana se correspondía con dicho compuesto.
Ahora bien, pese a que fue finalmente levantada, la medida cautelar
trabada contra Microsules le ocasionó a este laboratorio graves
perjuicios, derivados de la imposibilidad de importar partidas del
principio activo y elaborar su producto, durante 11 meses.
Con el objeto de obtener un resarcimiento adecuado para los
perjuicios sufridos, Microsules inició y ganó en primera y segunda
instancia un juicio de daños y perjuicios contra Aventis.
En primera instancia se dictó sentencia de condena con fecha 14 de
diciembre de 2013. Para así decidir, el Juez recordó que los artículos
208 del Código Procesal Civil y Comercial y 1071 del Código Civil
regulan el abuso o exceso en el derecho de obtener una medida cautelar
con criterio amplio, incluyendo los perjuicios del pedido efectuado sin
derecho y del ejercicio del derecho en forma abusiva. En particular, la
regulación abarca "toda la gama de conductas procesales que, desde
la temeridad hasta la simple negligencia, ponen de manifiesto que la
medida cautelar se utilizó con propósitos extorsivos o para obtener
beneficios indebidos u ocasionar molestias inútiles a la otra parte".
Asimismo, el Juez señaló que el artículo 50 inciso 7 del Acuerdo
TRIPS requiere que en los casos en que las medidas provisionales sean
revocadas o caduquen por acción u omisión del demandante, o en aquellos
casos en que posteriormente se determine que no hubo infracción o
amenaza de infracción de un derecho de propiedad intelectual, las
autoridades judiciales estarán facultadas para ordenar al demandante,
previa petición del demandado, que pague a éste una indemnización
adecuada por cualquier daño causado por esas medidas.
En relación a los hechos del caso, el Juez sostuvo que "la
actitud asumida por Aventis Pharma S.A. en las actuaciones de referencia
resultó ciertamente excesiva en la invocación del derecho conferido por
el registro de la patente Nº 255.633". Al respecto, se destacó que
en la diligencia preliminar solicitada por Aventis, en el incidente de
levantamiento promovido por Microsules y en la sentencia de rechazo del
juicio de cese de uso de patentes iniciado por Aventis, se probó en
forma contundente que Microsules no comercializaba ningún producto que
infrigiera la patente de Aventis, atento que su medicamento Docetaxel
Microsules contiene fórmula docetaxel anhidro y no trihidrato (que es el
objeto de la patente 255.633).
Adicionalmente, el Juez sostuvo que Aventis Pharma, al tratarse de
un laboratorio que se presenta a sí mismo como líder en investigación y
desarrollo, "no debía ignorar la delgada línea que separaba su
procedimiento patentado con la variante anhidro que escapa de su
protección, circunstancia que era susceptible de generar daños
innecesarios".
Adicionalmente, la pericia contable demostró que durante el período
en que estuvieron las medidas cautelares solicitadas por Aventis,
posteriormente levantadas o revocadas, disminuyeron las ventas de sus
competidores y aumentaron las ventas y ganancias de Aventis.
Por todo ello, el Juez hizo lugar a la demanda condenando a Aventis al pago de $7.645.906,09 con más intereses a tasa activa desde el 29 de septiembre de 2008 hasta su efectivo pago. El monto de la condena se compone de $889,57 por gastos notariales; $2.972.945,19 por pérdida de utilidad por pérdida de ventas durante agosto 2003 a febrero 2005; $4.201.699,15 por pérdida de utilidad por pérdida de ventas durante el lapso de reposicionamiento; y $470.372,18 por costo de relanzamiento y reposicionamiento.
Por todo ello, el Juez hizo lugar a la demanda condenando a Aventis al pago de $7.645.906,09 con más intereses a tasa activa desde el 29 de septiembre de 2008 hasta su efectivo pago. El monto de la condena se compone de $889,57 por gastos notariales; $2.972.945,19 por pérdida de utilidad por pérdida de ventas durante agosto 2003 a febrero 2005; $4.201.699,15 por pérdida de utilidad por pérdida de ventas durante el lapso de reposicionamiento; y $470.372,18 por costo de relanzamiento y reposicionamiento.
Apelada la sentencia, el 10 de septiembre de 2013 la Sala I de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal confirmó
la decisión de primera instancia, con costas a cargo de Aventis. Para
así decidir, la Cámara destaco que la cautelar solicitada por Aventis
involucró la intercepción de "cualquier forma" de docetaxel por lo que
resultó claramente un exceso por abuso en su derecho.