lunes, 7 de julio de 2014

Paraguay: Estarían por nombrar a funcionario que presenta oscuros antecedentes

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El Poder Ejecutivo estaría a punto de nombrar al abogado Carlos González Ruffinelli como director general de Derecho de Autor, tras ser favorecido por un cuestionado “concurso de méritos”, en el cual salió tercero, y a pesar de sus nefastos antecedentes en la concesión de patentes farmacéuticas.
Durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, Carlos González Ruffinelli ocupó el cargo de director de la Propiedad Industrial, que entonces dependía del Ministerio de Industria y Comercio (MIC). Según los antecedentes, entre 1995 y 2002 este funcionario tuvo relevante participación en el otorgamiento irregular de 140 patentes farmacéuticas, que hubieran representado graves perjuicios para el país y para la industria farmacéutica nacional. En 2006, el MIC revocó administrativamente dichas patentes otorgadas en abierta violación de la prohibición legal de la época y del Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados al Comercio (ADPIC), que otorgaba a países en vías de desarrollo la posibilidad de no patentar productos farmacéuticos hasta el 1 de enero de 2005.

El caso de este y de otros funcionarios participantes en este tema quedó en la total impunidad, pues ni siquiera fue objeto de un sumario administrativo ni de denuncia penal, más aún si se tiene en cuenta la gravedad del asunto.
Del total de las patentes revocadas, 53 fueron recurridas por sus titulares (en su mayoría, empresas extranjeras) en lo contencioso administrativo (Tribunal de Cuentas); y de dicha cantidad, siete llegaron hasta la Corte Suprema de Justicia, que en agosto del 2012 se expidió sobre uno de ellos, ratificando la revocación administrativa de las patentes. Conforme al acuerdo y sentencia Nº 968, del 8 de agosto de aquel año, es una clara muestra de lo que se conoce como “patentamiento abusivo”. La Corte ratificó la confirmación de la Res. Nº 79, del 21 de marzo de 2006, dictada por la Dirección de Propiedad Industrial, que revocó, por ejemplo, la patente de la firma Wyeth Holdings Corporation, que se denomina “2-Phenyl-1-(4-(2-Aminoethoxy)-Benzyl)-Indoles as Estrogenic agents”. De acuerdo a pesquisas de Cifarma (Cámara de Industrias Farmacéuticas del Paraguay), lo grave del caso es que si se hubiese convalidado las patentes farmacéuticas en 2005 (año en que entró a regir la Ley Nacional de Patentes), el 70% de los remedios que se ofrecen en el mercado local (fabricados por laboratorios paraguayos) se hubieran retirado del mercado, con los “gravísimos perjuicios” a la gente de menos recursos que ello hubiera significado.