miércoles, 3 de diciembre de 2014

Crisis económica desploma número de solicitudes en Oficina Española de Patentes y Marcas

 
Desde 2010 las solicitudes de patentamiento se desploman. Así lo demuestran los datos de solicitudes de patentes, que acumulan ya al menos cuatro ejercicios consecutivos con descensos, pues entre 2010 y 2013 el número de peticiones para patentar una invención se ha reducido en un 15,3%, según los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), dependiente del Ministerio de Industria. 


Faltando dos meses del año, se han registrado en España 2.432 solicitudes de patentes nacionales, por lo que la tendencia indica que este año también habrá una nueva caída. El año pasado las peticiones para dar de alta una patente ya cayeron un 7% (3.133 patentes), muy lejos de las 3.699 del año 2010, tal como muestran los datos de la OEPM. 

Distinta es la tendencia de las patentes concedidas, ya que no engloban toda la actividad innovadora, debido entre otros factores a que las gestiones finalizadas tienen un desfasaje temporal respecto a las solicitudes. Entre enero y octubre de este año se han aprobado 2.656 nuevos productos patentados. El año pasado, en ese mismo periodo, este mismo concepto apenas alcanzaba las 2.372 concesiones. 

En el entorno internacional, y a pesar de que España ha sido históricamente un país con un alto componente inventivo (actualmente aún está entre los 10 primeros en número de patentes en vigor), los datos de los últimos años del Banco Mundial muestran cómo ha perdido peso en el panorama innovativo europeo e internacional. Mientras inventores y empresas españolas solicitan cada año en el entorno de las 3.000 patentes, países europeos como Alemania multiplican esta cifra por más de 20: El pasado año (últimos datos disponibles) el principal motor industrial de la UE registró 63.158 peticiones, liderando con mucha diferencia la innovación en el continente. Por detrás se sitúan países como Reino Unido (14.971 solicitudes en 2013) y Francia (14.540 en 2012, último año disponible). 

La escasa capacidad innovadora española aún mantiene al país muy por detrás de países como Italia (9.218 solicitudes en 2012) y Polonia (4.410). Crisis, menor tejido industrial y recortes en I+D+i La crisis económica, el cierre de empresas industriales y los recortes en I+D+i e inversión (la pública se ha desplomado un 90% desde el inicio de la crisis) son algunas de las causas que están detrás del retroceso en la capacidad investigadora española. 

Buena parte de las principales innovaciones en España tienen su origen en proyectos con apoyo público, y los ajustes presupuestarios han supuesto un lastre a la invención en su conjunto. Uno de los casos paradigmáticos es el del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo público que en 2013 estuvo al borde del colapso por un agujero presupuestario de 75 millones de euros. En 2013, unas 88 patentes surgieron a partir de proyectos surgidos en el CSIC. Pero tan solo un año antes la cifra fue sustancialmente superior: 99 solicitudes. Las universidades públicas son los otros organismos públicos que suelen copar, año a año, los ránkings de productos e inventos patentados. La Universitat Politécnica de Cataluña (UPC) y la Politécnica de Madrid (UPM) solicitaron 84 patentes entre ambas durante el ejercicio 2012. Un año después, tras los recortes aplicados en Educación e investigación, la cifra se redujo a 71. 

Universidad de Sevilla, de Santiago de Compostela, Complutense de Madrid, de Granada, de Burgos, de Cádiz, Autónoma de Barcelona... la universidad, otrora mástil de proa de la innovación y el desarrollo tecnológico en España, sufren ahora recortes que pueden limitar el potencial de crecimiento económico de cara al futuro. Ingeniería civil, transporte y electrónica Pese a que España lleva desde la última legislatura de Zapatero apostando, teóricamente, por un cambio de modelo productivo que ponga en acento, entre otros sectores, en la biotecnología, lo cierto es que al analizar los datos desglosados de patentes se muestra que son la ingeniería civil (321 solicitudes), el transporte (253) y la electrónica (194) los sectores que más resultados consiguen. Los que más crecen anualmente, por su parte, son los correspondientes a los componentes mecánicos (90%) y a manipulación (71,8%). Por comunidades autónomas, son Cataluña (18,6%) y Madrid (18,5%) los dos principales motores de la innovación técnica, seguidos por Andalucía (15,7%). En el otro extremo se sitúan Baleares (0,7% del total), Extremadura y Cantabria (cada una con un 0,9% del conjunto de las patentes). 

¿Es todo cuestión una población? No: en Aragón (6,9%) con una población similar solicitan más del triple y más del doble, respectivamente, que en Asturias (1,6%) y Murcia (2,4%). "La industria favorece la riqueza" Sobre patentes e inventos pocas personas con más experiencia en España que Manuel Muñoz Saiz. Este almeriense figura cada año en los lugares más altos de la lista de solicitudes para registrar nuevas invenciones. Solo en 2013 presentó 61, según los datos de la OEPM, y otras 62 un año antes. Entre sus innovaciones más destacadas "dos sistemas de despegue vertical para aviones, un tren de levitación magnética o un sistema de aviso de señales de tráfico para vehículos que funciona con un sencillo código de barras", tal como él mismo explica. 

Pero no se acaba ahí: Un sistema de control automático de velocidad para trenes, válvulas cardíacas colocadas fuera del corazón, un sistema antiapnea y otro que impide el deslizamiento de los coches incluso con firmes helados o engrasados... La lista es extensa, y según él mismo reconoce "no sé con cuál quedarme". Las empresas españolas no acaban de apostar por la innovación, bien por las circunstancias, bien porque "no creen" en ello En España las patentes no paran de caer desde el inicio de la crisis y las cifras están lejos de la cabeza europea. ¿Qué ocurre? ¿Qué obstáculos ha de afrontar un inventor profesional para desarrollar sus creaciones? Según Muñoz Saiz, el principal es el económico: "Además de los gastos de la patente hay que hacer prototipos, ensayos...", explica. Y es que mantener una creación en exclusiva durante una década puede costar al menos 6.000 euros. También cree que el método de examen para obtener las mismas es demasiado laxo, lo que las "devalúa" y hace que sean menos interesantes para un posible comprador. En opinión de Muñoz Saiz, las empresas españolas no acaban de apostar por la innovación, bien porque no se dan las circunstancias para ello, o bien porque "no creen" en ello. Todo un error que debería corregir la Administración con más inversión pública, ya que "la industria favorece la riqueza de los países, de lo contrario nos relegamos a la agricultura, al turismo y a formar al personal para que luego tengan que emigrar y no se aproveche aquí su experiencia y conocimientos", lamenta.

con información de 20minutos.es