Prensa UURM-Observatorio Sudamericano de Patentes.-
ONGs de Latinoamérica alertaron en Ginebra una maniobra mundial de los
laboratorios transnacionales para vender sus productos mediante un masiva,
exclusiva y compulsiva prescripción de medicamentos de alto costo utilizando a
los médicos para comercializar sus marcas.
La alerta lanzada por la "Unión de Usuarios Racionales de Medicamentos"
(UURM) está fundamentada en la detección de una campaña mundial en los medios de
comunicación de todos los países de habla hispana que están publicando noticias
orientadas a instalar en la opinión pública y en los gobiernos, la falsa idea de
que solamente deben adquirirse medicinas a través de recetas (récipes) de
medicamentos mediante estrategias de lobby, compra de voluntades y corrupción de
los médicos.
"En este momento existe una campaña mundial organizada por los laboratorios
farmacéuticos internacionales y la OMS para inducir a la compra y el consumo de
medicamentos de alto costo" aseguro el vocero de la UURM.
" La Dra. Chang y los directores de la OMS responden a los intereses privados
de los laboratorios como Pfizer, Gilead, AstraZéneca o Novartis con la intención
de cambiar el patrón de consumo de medicamentos a través de la prescripción
obligatoria de fármacos", añadió el vocero, quien ha sido amenazado en varias
oportunidades por la mafia farmacéutica.
La UURM considera que el uso racional de medicamentos en especial de los
genéricos es el camino adecuado para alcanzar la salud plena, como así también
la liberalización de las patentes de medicamentos esenciales para el
mantenimiento de la vida".
"No puede ser que los intereses de las empresas farmacéuticas se encuentren
sobre el derecho a la vida de los pacientes, en particular de poblaciones más
afectadas por enfermedades crónicas no transmisibles y aquellas denominadas
"huérfanas". O son muy caras en un caso o inexistentes en el otro".
"Para la BigPharma, las medicinas son una mercancía e intentan aumentar sus
ganancias con diferentes estrategias: por un lado hacen lobby sobre los
gobiernos (ministerios de salud, institutos de regulación de medicamentos u
oficinas de patentes) para aprobar nuevos medicamentos y extender la protección
de los monopolios impidiendo la aparición de genéricos en el "mercado; por otro
lado presionan a los médicos para prescribir las medicinas de esos laboratorios,
todo con la complicidad global de los directores de la OMS y los CEO de
laboratorios farmacéuticos.
"Hay un mecanismo que se viene desarrollando país por país para imponer un
Vademecum de medicamentos a la medida de las transnacionales, luego se presiona
para aprobar las nuevas medicinas fijar los precios a los que los laboratorios
les venden a los Estados y para ello inexorablemente necesitan que los médicos
prescriban las medicinas de esas firmas en donde los pacientes son clientes y no
seres humanos, y las medicinas son mercancías y no una sustancia que cura una
enfermedad".
"En algunos países de la región se implementan sistemas electrónicos de
distribución de medicamentos que fomentan una prescripción oblogatoria de
medicamentos en la que intervienen los laboratorios, las cadenas de farmácias y
las confederaciones de médicos", aseguró el vocero de la ONG de Usuarios
Racionales de Medicamentos.