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Las revisiones de sus expertos admiten que con la generalización
"pueden esperarse nuevos efectos adversos" porque hay "pocos datos"
sobre algunas de estas moléculas
La organización dice que, con todo, hay "evidencia" de su eficacia y que cubren una "necesidad de salud pública"
El
análisis subraya que el "desarrollo del mercado" de estos fármacos es
aún temprano por lo que los precios están "todavía más allá" de la
capacidad de muchos países para comprarlos
Los fármacos de última generación contra la hepatitis C han recibido su último empujón para expandirse.
La Organización Mundial de la Salud considera que productos como
Sovaldi, Daklinza, Harvoni o Exviera son medicinas esenciales para un
"sistema de salud básico". Así que, a pesar de las salvedades sobre su
"alto precio", las píldoras de los laboratorios Gilead, BMS, o AbbVie
han entrado en el listado oficial "basados en la evidencia actual", según la organización.
El asunto de la hepatitis C ha merecido un especial interés en la sesión de la OMS que ha revisado
este listado –que se renueva cada dos años–. De hecho, este catálogo
abre una sección específica para la enfermedad. La revolución
farmacéutica que ha supuesto la aparición de estos principios activos (y
sus precios) los ha metido en la revisión que también indica que aún es
preciso recopilar más datos y estudiar más su evolución.
Cada antiviral ha sido revisado por expertos de las OMS.
Para los antivirales de Gilead (el sofobuvir y el ledipasvir), los
informes reseñan se adjuntaron "relativamente pocos datos" sobre efectos
adversos de las moléculas. Y señalan que con la "extensión del
tratamiento a poblaciones que fueron excluidas en un principio, nuevos
efectos adversos son esperables". Esa frase se repite para el resto
medicamentos debido a que no ha habido tiempo de hacer "seguimientos a
largo plazo" aunque "no hay indicios, hasta el momento, de toxicidad".
Del combinado de antivirales que comercializa la empresa AbbVie se dice
que hará falta "una buena comprensión de las interacciones de los
medicamentos".
Directamente ligado a las nuevas medicinas contra este virus viene el precio que los laboratorios
exigen por sus patentes. La propia selección de la organización
internacional reseña que "el alto coste ha sido considerado por el
Comité de Expertos que ha recomendado que la OMS tome acciones globales
para hacer que estas medicinas seas más accesibles y económicamente
abordables". Los precios hacen, actualmente, que "la mayoría de las
personas que los necesitan no puedan tenerlos".
Si se
miran las revisiones de cada medicamento, el asunto del precio aparece
repetidamente. Para el famoso Sovaldi (sofosbuvir), se especifica que
"el desarrollo del mercado está en un estado temprano y los precios
seguirán más allá del presupuesto de muchos países". Para el Dakinza de BMG
se explica que "aún no hay acuerdos claros para permitir que los
precios sean más asequibles". Y remacha que este fármaco debe, además,
combinarse con otro de los antivirales nuevos para ser realmente
efectivo. En ambos casos, el estudio indica que "las estructuras
químicas indican que pueden producirse de manera más barata por
fabricantes de genéricos".
Beneficios reducidos
Para el lanzamiento de AbbVie, la OMS cuenta que "no hay identificada
ninguna combinación de productos genéricos". Se espera que con más
actores en el mercado los precios bajen. La subdirectora de la OMS para
Sistemas de Salud, Marie-Paule Kieny, ha dicho que "sin estrategias para
hacerlas más asequibles, los beneficios globales se reducirán
considerablemente".
El blindaje de estos fármacos tiene algunos frentes abiertos. En India, la comisión de patentes denegó la solicitud de Gilead para concederle la exclusiva de comercialización en el país asiático. En Europa, Médicos del Mundo tiene en trámite
una petición para que la Oficina de Patentes de la Unión Europea
deniegue al laboratorio esos derechos a la corporación ya que,
analizaron, su molécula no aporta un avance significativo sino que se
aprovecha de otros hallazgos.