El Gobierno peruano descubrió solicitudes de patentes en el extranjero
para la propagación de especies ancestrales como la maca y el sacha
inchi.
Por: AFP
Foto: http://naturaherbalorganicperu.com/
Perú emprende una ofensiva para protegerse ante las diversas formas de robo con fines comerciales de sus especies nativas y de los conocimientos tradicionales de sus pueblos indígenas, práctica conocida como biopiratería.
La
alerta para el gobierno peruano surgió al descubrir solicitudes de
patentes en el extranjero para la propagación de especies ancestrales
originarias como la maca (Lepidium meyenii), el sacha inchi (Plukenetia volubilis) y el sacha inchi (Tropaeolum tuberosum), un tubérculo.
Por ello, busca dar mayor poder a la Comisión Nacional contra la Biopiratería (CNLB), creada en 2004 e integrada por ONGs,
institutos de investigación y organismos del Estado, incorporando a los
ministerios del Interior, de la Producción, y de Aduanas para un
control en las fronteras y aeropuertos, además de un mayor número de
representantes de pueblos indígenas expertos en estas especies.
"Toda la biodiversidad de la maca la puedes llevar en el bolsillo, así de sencillo: la
semilla es tan diminuta que en un puñado te las llevas. Es
prácticamente imposible descubrirlo", explicó a la AFP Andrés
Valladolid, jefe de la CNLB.
A partir del Convenio de Diversidad Biológica de Rio de Janeiro en 1992 se reconoce la soberanía de los Estados sobre sus recursos genéticos. Antes era tierra de nadie, patrimonio del mundo.
"Cualquier
persona, institución, empresa o país que desea acceder a un recurso
genético o conocimiento tradicional de pueblos indígenas de Perú debe
pedir autorización y considerar una compensación justa y equitativa de
beneficios", según el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi),
que encabeza la CNLB.
Patentes y semillas
La comisión detectó una solicitud de patente presentada ante la Oficina Estatal de Propiedad Intelectual de China (SIPO), relacionada a un método de propagación e injerto para el sacha inchi, relató Valladolid.
El
sacha inchi, también conocido como maní del Inca, es un cultivo
ancestral de la Amazonía peruana repleto de proteínas, aminoácidos,
ácidos grasos esenciales (omegas 3, 6, y 9) y vitamina E, con amplios beneficios para la salud.
Otro
de los casos fue la salida hace varios años de grandes cantidades de
maca hacia Asia. Ahora institutos de investigación en China buscan
patentarla. "Ellos se quedaron impresionados por las valiosas
propiedades alimenticias y la capacidad para generar fertilidad", dijo.
Otra forma de llevarse los productos es la que funciona con el camu camu (Myrciaria dubia),
arbusto nativo de la Amazonía con alto contenido de vitamina C. "Puede
salir [del país] en pulpa y se declara que está saliendo para medicina y
alimento, pero dentro hay recursos genéticos, como son las semillas",
agregó el especialista, quien reconoce que "no hay país que haya logrado
enfrentar este problema".
Cuidar el patrimonio futuro
Valladolid adelantó que el próximo objetivo de los biopiratas es la mashua negra, un tubérculo ancestral que crece en zonas altoandinas, antioxidante, desinflamante y, según algunos estudios, anticancerígeno.
La CNLB tiene ya una lista de 19.960 registros de plantas y espera incorporar también especies animales.
En
el frente externo, la CNLB revisa en forma permanente las bases de
datos de las oficinas de patentes del mundo. "De esa búsqueda se tiene a
la fecha 11.690 registros de solicitudes de patentes legales que usan recursos biológicos peruanos directa o indirectamente", comentó Valladolid.
Las especies más requeridas son la tara
(Caesalpinia spinosa) con 3.989 pedidos de patente para alimentos y
medicina, el yacón (Smallanthus sonchifolius) con 3.211 por su contenido
de insulina, 843 por la uña de gato, 648 por la quinina roja o
cascarilla, entre otros.
Perú es unos de los 17 países llamados megadiversos, que tienen la mayor riqueza ecológica y
que en su conjunto albergan más del 70% de la biodiversidad del
planeta, según el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente,
un organismo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente.
Para proteger a las especies, Perú se comprometió en 2009 ante organismos internacionales a conservar 54 millones
de hectáreas de bosques hasta 2021 -de una existencia de 74,2 millones
de hectáreas- y mantener los beneficios que generan respecto al
secuestro de carbono, que contribuye a reducir el calentamiento global.