El Ministerio de Agroindustria presentó ante la
Comisión Nacional de Semillas (Conase) los lineamientos de su proyecto
de modificación de la ley de semillas. La propuesta ratifica el pago de
la propiedad intelectual en la semilla y acota el uso propio.
Los puntos principales de la reforma se
centran, por un lado, en que en el pago de la semilla, estarán incluidos
los conceptos por los derechos de propiedad intelectual que la semilla y
los productos obtenidos a partir del uso de la misma contengan, y/o
tecnología incorporada; y por otro, en el acotamiento del uso propio.
En el país hay unos 60.000 productores de soja y 14.000 de ellos,-algo
más del 20%- hacen entre el 75 y el 80% de la cosecha. Si en lugar de la
producción se considerara la cantidad de productores, serían más del
20% del total los que pagarían. Sin embargo, el cálculo en análisis es
por la producción alcanzada, que daría más del 60 por ciento.
De acuerdo con la iniciativa, en primer término habrá un uso propio
gratuito para productores inscriptos en el Registro Nacional de
Agricultura Familiar (Renaf), pueblos originarios y productores con una
facturación inferior a la suma de tres monotributos de la máxima
categoría, independientemente de si están inscriptos o no. Esto último
equivale, para estar exento del pago, a menos de $ 1,8 millones. El
productor puede hacer poca soja, pero si hace otra actividad y supera
ese monto deberá pagar.
En segundo término, si el productor se
guarda semilla por encima de la superficie original que compró tendrá
que hacer un pago de por vida, algo muy relativo por el recambio
continuo de variedades.
En tercer lugar, por la semilla comprada,
si en tres campañas hace la misma superficie pagará un canon ese tiempo y
luego estará liberado de hacerlo, salvo que después supere la
superficie.
El canon a pagar lo fijará el titular de la variedad
de soja o trigo, pero en la primera compra de la semilla se tendrá que
estipular el valor para los años siguientes.
"Con esto proponemos
un mecanismo que equilibre los intereses de todos los sectores
involucrados con la innovación que hubo (en semillas)", dijo a LA NACION
Guillermo Bernaudo, jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria,
que estimó: "Más del 60% de la producción de soja va a ser plausible de
que el obtentor (empresa de semilla) le cobre un derecho".
En la
actualidad, sólo el 15% de la superficie de soja, unos 3 millones de
hectáreas sobre 20 millones, es semilla certificada comprada todos los
años. El resto se divide entre el uso propio y el mercado ilegal. El
Gobierno comenzó a exigir que los productores declaren el origen de su
semilla. Encontró más de 2500 que incumplieron y en la nueva campaña
deberán comprar sí o sí semilla, con lo cual el mercado fiscalizado
crecerá en 1,5 millones de hectáreas o más de un 50 por ciento.
Roberto
Campi, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señaló sobre la
iniciativa oficial: "Hay que analizarla un poco más, pero en principio
nos parece una propuesta interesante. Pasa por el medio de los intereses
de todos, aunque muy pocos van a ser exceptuados (del pago)". Campi
manifestó una inquietud: "Tengo la duda sobre si Monsanto deja de lado
el cobro de regalías sobre la producción (como hizo este año)".
Por
su parte, Omar Príncipe, presidente de Federación Agraria Argentina
-entidad que viene de presentar un proyecto propio que establece un
corte para el pago en más de 1500 toneladas comercializadas y por una
segunda multiplicación (dos años)- pidió que se declare de orden público
la ley de semillas. "Aparentemente eso no está en este proyecto (por el
oficial) y es más acotado el uso propio de lo que proponemos", dijo.
También reclamó "que quede claro que el pago se agota en la semilla".
La CONASE está constituida por representantes del ámbito público, y
por el sector privado: fitomejoramiento, producción, comercio de
semillas, usuarios y entidades rurales.
El ámbito institucional en el que fue presentada la propuesta de Agroindustria cumple con el circuito formal para avanzar luego en la modificación final que se debatirá en el Congreso de la Nación. Los equipos técnicos de la CONASE realizarán un análisis que luego será compartido con integrantes de la cadena productiva.
Por parte del Ministerio de Agroindustria estuvieron presentes el jefe de Gabinete Guillermo Bernaudo; el secretario de agricultura, ganadería y pesca, Ricardo Negri; la coordinadora General, Nieves Pascuzzi; el presidente del INASE, Raimundo Lavignolle; la coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable, María Beatriz Giraudo; el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Jesus Silveyra; el director Nacional de Agricultura, Ignacio Garciarena; y Roxana Blasetti, asesora del ministerio en Propiedad Intelectual.
coninformación de La Nación
El ámbito institucional en el que fue presentada la propuesta de Agroindustria cumple con el circuito formal para avanzar luego en la modificación final que se debatirá en el Congreso de la Nación. Los equipos técnicos de la CONASE realizarán un análisis que luego será compartido con integrantes de la cadena productiva.
Por parte del Ministerio de Agroindustria estuvieron presentes el jefe de Gabinete Guillermo Bernaudo; el secretario de agricultura, ganadería y pesca, Ricardo Negri; la coordinadora General, Nieves Pascuzzi; el presidente del INASE, Raimundo Lavignolle; la coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable, María Beatriz Giraudo; el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Jesus Silveyra; el director Nacional de Agricultura, Ignacio Garciarena; y Roxana Blasetti, asesora del ministerio en Propiedad Intelectual.
coninformación de La Nación