(Bloomberg). Con la propuesta de compra de Monsanto Co. por US$66.000 millones, Bayer
AG, la compañía que inventó la Aspirina, se hará cargo de uno de los
dolores de cabeza empresariales más grandes del mundo. El posible
remedio: dejar de usar el nombre Monsanto.
El conglomerado alemán de productos farmacéuticos y químicos está
evaluando tomar esa medida para evitar manchar su reputación, según
personas con conocimiento de las conversaciones internas de Bayer que
pidieron que no se revelara su nombre porque las tratativas son
privadas. Aún no se ha tomado una decisión y los directivos de Bayer
tendrán algo de tiempo para pensar: gracias a las revisiones
antimonopolio de unas 30 jurisdicciones de todo el mundo, no es probable
que la compra se complete antes de fines de 2017.
Aun cuando transacción se concrete como está propuesta, fusionar las
dos compañías en el principal fabricante de semillas y agroquímicos del
mundo será todo un desafío. Bayer tendrá que integrar a una compañía
famosa por elaborar el herbicida Agente Naranja que se usó en la Guerra
de Vietnam y por tener conflictos con grupos ambientalistas por los
cultivos genéticamente modificados.
Una posibilidad sería comercializar los productos de Monsanto tales
como las semillas de maíz y el herbicida Roundup bajo el nombre Bayer
CropScience, dijo Joachim Kregel, que representa a inversores
independientes de la asociación de accionistas alemanes SdK. Aunque
Bayer también recibió críticas de los ambientalistas, quizá se la conoce
más como la empresa que llevó la Aspirina al mercado en 1899. En mayo,
encabezó un ranking de The Reputation Institute, consultora de
marketing, de las marcas farmacéuticas más respetadas del mundo.
“Si hay alguien que puede hacerlo, es Bayer”, aseguró Kregel.
La semana pasada, en una entrevista con Bloomberg TV, el máximo
responsable de Monsanto, Hugh Grant, dio indicios de estar abierto al
cambio.
REPUTACIÓN
“He sido muy flexible”, dijo Grant después de que se anunciara el
acuerdo el 14 de septiembre. “La clave pasa menos por el nombre que por
los productos desarrollados”.
En una sesión de preguntas y respuestas con Grant, el máximo
responsable de Bayer, Werner Baumann, dijo que esta es una oportunidad
para que las compañías juntas “superen esta cuestión de la imagen y la
reputación” basándose en la confianza de que goza Bayer en Europa.
Los ambientalistas han hecho campaña contra la transacción desde que
se reveló que había conversaciones en mayo. Famosos como Mark Ruffalo y
Bianca Jagger manifestaron su rechazo en Twitter. Los detractores
sostienen que la fusión de las compañías hará subir los precios para los
agricultores y favorecerá la difusión de las semillas genéticamente
modificadas. Bayer y Monsanto responden que la alianza les dará más
capacidad para investigar nuevos productos para ayudar a los
agricultores a producir más alimentos. Los reguladores estadounidenses
dicen que los alimentos provenientes de plantas creadas por ingeniería
genética son tan seguros como los de fuentes no modificadas
genéticamente. La Unión Europea también aprobó la venta de productos
OGM.