pharmabaires.com.- Las negociaciones por la
renovación del Convenio PAMI siguen estancadas y con una diferencia de
alrededor de 400 millones de pesos que aleja, por ahora, la certeza de
un acuerdo. Tampoco hubo novedades del INPI, pese a las promesas de
Dámaso Pardo.
La
industria pidió 2.750 millones de pesos mensuales para renovar el
convenio a partir de diciembre y durante 2017. La cifra incluye la
inflación prevista para el año próximo que se trasladará al precio de
los medicamentos.
El PAMI presentó una nueva propuesta en
los últimos días, que mejoró la anterior, al ofertar 2.335 millones
mensuales. Mejor, pero lejos.
La negociación del nuevo convenio “está
complicada”, admiten voceros empresarios. Ese sería el vaso medio vacío.
El vaso medio lleno es que las negociaciones continúan.
Carlos Regazzoni, titular del PAMI,
quería cerrar el convenio PAMI a más tardar el 30 de noviembre, para
ofrecer un éxito triunfo al gobierno.
Ahora no hay certezas de llegar a esa
fecha que está a la vuelta de la esquina y tampoco se descarta una nueva
prórroga, si a fin de año no se consiguió el acuerdo definitivo.
Para los laboratorios salir del convenio
sería afrontar un escenario incierto y turbulento. Pero tampoco el PAMI
puede darse el lujo de dejar sin cobertura a sus afiliados.
Ninguna de las dos partes quiere ser responsable del Titanic.
Los pequeños y medianos laboratorios
agrupados en Cooperala se reunieron la semana pasada para analizar la
situación del sector, que es diferente a los grandes laboratorios, que
tienen más “espaldas” para afrontar el ajuste del PAMI.
La síntesis es que esos laboratorios en
su mayoría pymes, están “preocupados” por el panorama y si bien
aceptaron seguir negociando, pidieron “avanzar con cuidado”, ya que el
Convenio PAMI para muchos ha dejado de ser redituable. Y, por el
contrario, puede conducirlos a un quebranto.
En ese panorama también suman las
tarifas y otras variables económicas, que han sembrado incertidumbre
sobre lo que vendrá en 2017.
Entre las causas de la incertidumbre se
suma la promesa incumplida, hasta ahora, por Dámaso Pardo, titular del
INPI, de publicar una nueva resolución que rectifique a la Resolución 56
que tolera las “patentes importadas”.
Dámaso Pardo entregó a Cooperala una
copia de la Resolución 85 que dejaba a las patentes farmacéuticas por
fuera de los cambios y ratificaba los exámenes de fondo en el país.
Esa resolución no fue publicada en el
Boletín Oficial, o sea que de una promesa cierta y escrita se ha
reducido a un borrado errático.