Los senadores buscan que el gobierno no intervenga en los precios de las drogras y evitar que las farmacéuticas obtengan grandes ganancias con medicamentos antiguos.
Cluster Salud. Tras
un año de investigación por un incremento de precios de medicamentos,
el Comité Especial sobre Envejecimiento del Senado de Estados Unidos,
entregó un informe para evitar esta problemática.
Según FiercePharma, los senadores buscan que el gobierno no intervenga en los precios de los fármacos, pero también quieren evitar que las farmacéuticas compren medicinas antiguas y que luego obtengan beneficios al venderlos a precios exorbitantes.
Para un grupo de senadores involucrados en el trabajo, fomentar la
competencia es algo central, por lo que están buscando que el presidente
electo Donald Trump se enfoque en ponerle un freno a los precios de
medicamentos.
El Comité se centró en cuatro
empresas acusadas de elevar precios de medicamentos, donde se incluyen
dos fundadas por el llamado “bro Pharma”, Martin Shkreli, Turing
Pharmaceuticals y Retrophin. Además, se incluyen Rodelis Therapeutics y Valeant.
Estas cuatro compañías recibieron cartas en noviembre de los senadores, Susan Collins y Claire
McCaskill quienes estaban preocupados por las subidas de precio de dos
drogas, Isuprel y Nitropress de Valeant, con alzas de 525% y 221%
respectivamente.
Como respuesta a este fenómeno creciente, en el informe se dan una
serie de estrategias principalmente focalizadas a incentivar a los
fabricantes de genéricos para que generen sus propias versiones de
fármacos antiguos pero esenciales, y así evitar que los monopolios
eleven los precios. Ello pasaría por la creciente competencia en la Ley
de Productos
Farmacéuticos introducida por estos senadores, que busca acelerar el
proceso de revisión de la FDA para los genéricos.
El CEO
de Valeant habló en una audiencia en abril pasado y admitió que los
aumentos de precios eran “demasiado agresivos”. Una semana después de la
declaración del Senado, la compañía señaló que se había contratado a un
nuevo equipo ejecutivo, estableciendo un comité para observar el acceso de los pacientes y los precios, además de declarar que hicieron otras “mejoras tangibles”.
Por otra parte, Shkreli,
que actualmente lucha contra acusaciones de fraude no relacionados y ya
no está involucrado con Retrophin o Turing, invocó sus derechos de la
quinta enmienda en una audiencia en el Congreso a principios de 2016 y
no apareció en las audiencias posteriores. Pero se ha convertido en un
verdadero paria mediático, por las historias que lo rodean sobre sus
gastos en lujos ostentosos y los mails en que admitía abiertamente un
modelo de negocios basado en la codicia desenfrenada.