perfil.com.- Farmacity quiere aprovechar su momento de cercanía con el poder. En medio de las conflictivas negociaciones entre PAMI, las farmacias y los laboratorios, la cadena retomó un viejo reclamo monetario. Fundada por el influyente vicejefe de gabinete Mario Quintana, la empresa plantea que es víctima desde hace años de una suerte de confabulación entre la industria de los medicamentos (con Roemmers a la cabeza) y las farmacias chicas y medianas, ante la mirada pasiva del PAMI. Con ese argumento, reflotó su queja ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, dependiente de la Secretaría de Comercio, quien pocos años atrás había fallado en su contra.
Ahora, ante un nuevo clima político, la Comisión podría darle razón a Farmacity en su reclamo multimillonario. De
resultar así, se favorecería la concentración y expansión de ese tanque
de 250 sucursales, según afirman los representantes de las demás
farmacias.
A partir de un acuerdo post-crisis de 2001, las
farmacias ponen una parte del descuento que se le hace a los
beneficiarios de PAMI (la mayor obra social de la Argentina, con más de
cinco millones de afiliados), cada vez que los jubilados o pensionados
compran un remedio. Se trata de una especie de sistema solidario, en
función de las capacidades, ubicación, publicidad, facturación y volumen
de ventas: una farmacia mediana de
Capital se hace cargo del 17% del precio del remedio, mientras que una
chica de una ciudad chaqueña pone alrededor de un 10%.
En 2011, las farmacias y los laboratorios reajustaron el arreglo, considerando la expansión y ventajas comparativas de Farmacity. El promedio nacional del descuento pasó a ser del 14%, mientras que para Farmacity alcanzó los 22 puntos.
En 2014, un decreto del entonces alcalde Mauricio Macri saldaría la controversia sobre la ventas polirrubro de Farmacity en Capital: la cadena del fondo de inversión Pegasus (controladora de heladerías Freddo y el shopping Tortugas Open Mall) podría seguir vendiendo tanto remedios, como golosinas, café y galletas.
En 2011, las farmacias y los laboratorios reajustaron el arreglo, considerando la expansión y ventajas comparativas de Farmacity. El promedio nacional del descuento pasó a ser del 14%, mientras que para Farmacity alcanzó los 22 puntos.
En 2014, un decreto del entonces alcalde Mauricio Macri saldaría la controversia sobre la ventas polirrubro de Farmacity en Capital: la cadena del fondo de inversión Pegasus (controladora de heladerías Freddo y el shopping Tortugas Open Mall) podría seguir vendiendo tanto remedios, como golosinas, café y galletas.
Pese
a ese handicap, Farmacity siempre se opuso al acuerdo. En 2013,
Quintana le apuntó directamente a Roemmers, su archienemigo de la
industria. “La rentabilidad del sector queda en manos de los laboratorios”, afirmó el actual vicejefe de Gabinete.
A
tal punto llegó la pulseada por esos puntos de descuento, que Farmacity
recurrió al estudio Bouzat, Rosenkrantz y Asociados para judicializar
su reclamo. Patrocinada por el bufet del actual juez de la Corte Suprema
Carlos Rosenkrantz, la cadena pidió una medida cautelar. Pero el Juzgado Federal en lo Civil y Comercial Federal Nº 11 de la Capital lo desestimó.
En mayo de 2012, buscó una alternativa administrativa en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD). Denunció una movida discriminatoria por parte de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA),
el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, la Cámara
Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), y Roemmers
SA, entre otros actores. Pero en junio de 2014, la CNDC la desairó
nuevamente.
El expediente parecía cerrado, hasta que en septiembre pasado la cadena volvió a la carga en la Comisión,
con el argumento del empeoramiento de la situación económica. Bajo la
órbita del secretario de Comercio Miguel Braun, la CNCD pidió informes a
Farmacity y citó a declarar a los representantes de la COFA y de la
Federación Argentina de Cámaras de Farmacia. Si bien prefieren no hacer
declaraciones, desde esas organizaciones intuyen un desenlace inminente y
favorable a la empresa. Es decir, contrario a sus intereses. “El rol de
Quintana es determinante”, opina un dirigente farmacéutico.