Página Siete / Agencias
El anuncio de que la primera medida comercial adoptada por la
administración de Donald Trump será la retirada del Acuerdo
Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), supone un significativo
golpe para los principales aliados de Estados Unidos en Asia, empezando
por Japón.
La noticia se conoció a través de un comunicado de la Casa Blanca
emitido el viernes, poco después de que el nuevo Presidente asumiera su
cargo y en el mismo texto se anunciaba que Washington también intentará
renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que firmó
en 1994 con Canadá y México, se lee en El Mundo.
Pero ¿qué es el TPP?
El TPP es un tratado de libre comercio joven, pero representa el
40% del PIB del mundo y un tercio del comercio mundial. Es el acuerdo
comercial regional más grande que se ha dado en la historia.
El Acuerdo aborda 22 mesas de trabajo. Entre ellas se encuentran
las mesas de agricultura, aduanas, bienes industriales, textiles,
servicios, servicios financiaros, comercio y medio ambiente, propiedad
intelectual, comercio y trabajo, medidas sanitarias y fitosanitarias y
comercio electrónico.
"Durante demasiado tiempo los americanos han sido obligados a
aceptar acuerdos comerciales que ponían por delante los intereses de la
élite de Washington frente a los hombres y mujeres trabajadores de este
país”, se leía en el texto que también amenazaba con "reprimir” a las
naciones que "violen los acuerdos comerciales y hagan daño a los
trabajadores americanos en ese proceso”.
Japón ratifica su permanencia
El anuncio de la Casa Blanca se produjo horas después de que Japón
ratificara oficialmente el TPP, pese a que su primer ministro, Shinzo
Abe, reconoció en el pasado que el pacto firmado por EEUU y otras 11
naciones en febrero de 2016 "no tenía sentido” sin la presencia de los
estadounidenses.
Japón había acordado días antes con Australia continuar sus
esfuerzos para la implementación del tratado, que pretende expandir el
comercio y los lazos políticos entre sus miembros y debía constituir una
asociación que representaría un 40% de la economía mundial, se lee en
El Mundo.
En Australia
El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, se pronunció en
un artículo publicado en la prensa de su país en contra de voces como
las de Trump, que abogan por el proteccionismo nacionalista. "Es
imperativo que resistamos esas voces que nos piden que nos aislemos del
mundo, porque el proteccionismo es un camino hacia la pobreza”, opinó.
El ministro japonés, Nobuteru Ishihara, responsable local del TPP,
se pronunció en términos parecidos insistiendo en que Tokio "trabajará
resueltamente en la construcción de una fundación común (para sustentar)
la importancia del libre comercio”. Tanto para Japón como para
Australia, el TPP era un elemento que iba más allá del mero interés
comercial y establecía pilares de una alianza regional para frenar la
influencia económica y política de China.
Corea del Sur
Otro de los aliados norteamericanos, Corea del Sur, también
anticipa turbulencias para su economía después de que Trump criticara en
el pasado el acuerdo bilateral que mantiene con EEUU desde 2012,
después de que Seúl consiguiera un superávit comercial de 23.300
millones de dólares en el intercambio bilateral durante 2016. Las
medidas proteccionistas que prepara Trump podrían afectar de manera muy
significativa no sólo a China, sino a toda la región, y por ello casi
todos los medios de comunicación del área acogían el viernes con
pesimismo el discurso nacionalista pronunciado por el nuevo mandatario.
Asia resentirá la salida de EEUU en el TPP
Según la firma Goldman Sachs, por cada unidad de importación que
reduzca EEUU las pérdidas de producción que sufrirá Asia se
multiplicarán hasta 2,6 veces frente a 1,7 en el resto del mundo.
Este impacto justifica la gran importancia que posee la
industria asiática en la fabricación de objetos como vehículos o
productos electrónicos para el mercado estadounidense.
Lo más irónico de cualquier confrontación comercial entre EEUU y
China es que causaría un gran daño a Taiwán y Corea del Sur, dado que
muchas de sus compañías dependen del suministro de partes y componentes a
las factorías chinas.
Analistas regionales coinciden en que el choque que se anuncia
entre el nuevo gobierno norteamericano y China podría desencadenar una
pelea comercial que a la postre alcanzaría a todas las naciones del
entorno.
El pasado jueves, el diario chino Global Times alertaba que si
Trump impone "tarifas punitivas a los productos chinos, China no dudará
en vengarse, no se quedará quieta”.
El periódico ya clarificaba además los sectores norteamericanos que
se resentirán ante un hipotético bloqueo comercial: el comercio de
algodón, soja, trigo o las firmas como Apple, General Motors y Boeing,
que dependen en gran medida de sus ventas al gigante asiático.