Constanza Moreira, senadora por el Frente Amplio.
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ladiaria.com.uy.- El ingreso de Uruguay al Tratado de Cooperación en Materia de
Patentes (TCP) será discutido en la bancada del Frente Amplio (FA). El
proyecto fue enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento en marzo de
2017, a raíz del compromiso que asumió en el tratado de libre comercio
(TLC) con Chile de hacer “los mayores esfuerzos” para suscribir este
acuerdo.
El
tratado establece un procedimiento estandarizado para la presentación
de solicitudes de patentes, y varios analistas señalan que el ingreso de
los países al acuerdo determina un aumento del patentamiento, con el
consiguiente perjuicio para actividades como la producción de
medicamentos genéricos. Desde el gobierno, tanto autoridades de la
cancillería como del Ministerio de Industria niegan que el ingreso al
TCP tenga este efecto, y aseguran que será de utilidad para los
investigadores nacionales.
La Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores está
estudiando ambas iniciativas, el TLC con Chile y el ingreso al TCP. En
la última reunión, el jueves, recibieron a autoridades de la Asociación
de Laboratorios Nacionales, que expresaron su preocupación por el
eventual ingreso de Uruguay al acuerdo. La asociación representa a 23
empresas de capitales nacionales y regionales instaladas en el país que
producen aproximadamente 90% de los medicamentos que se consumen en
Uruguay.
Según consta en la versión taquigráfica de la sesión, el presidente
de la organización, Alfredo Antía, advirtió que el ingreso al TCP
implica que se va a “alivianar” la tarea de la oficina de propiedad
intelectual nacional, “ofreciéndole la investigación ya realizada por
las oficinas de los países centrales, que suelen ser amigables a los
intereses de sus connacionales”. Recordó que la actual ley de patentes
uruguaya “ha tomado todas las flexibilidades posibles” en relación con
los acuerdos sobre derechos de propiedad intelectual relacionados con el
comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio. “Esas
flexibilidades, que son esenciales para los países en desarrollo, están
siendo cuestionadas por estos nuevos instrumentos, que vienen casi
siempre de la mano de los tratados de libre comercio, que parecen ser la
única salida. Ante esto nosotros entendemos que debemos estudiar con
mucha profundidad dónde están las ventajas, dónde están las desventajas y
dónde están los riesgos, porque aquí hay una industria en juego, una
soberanía en materia de abastecimiento de medicamentos para el país”,
sostuvo Antía. Agregó que el ingreso al TCP generará “dificultades para
el desarrollo de los nuevos medicamentos”, porque se trata de una
propuesta que va “más allá” de los acuerdos ADPIC y procura que las
patentes salgan “prácticamente por vía automática”.
Antía informó que 73% de las patentes presentadas en Uruguay son
farmacéuticas, y opinó que las empresas transnacionales pretenden con
este acuerdo “inhibir la competencia” de la industria farmacéutica
local.
En cambio, representantes de la Cámara de Comercio de Productos
Agroquímicos, que asistieron el mismo día a la sesión de la comisión, se
expresaron a favor del ingreso de Uruguay al TCP. Su presidente, Diego
Paniagua, aseguró que el acuerdo es “una herramienta” que permite a las
empresas que representa “seguir invirtiendo en ciencia y tecnología en
Uruguay y hacer valer sus derechos de propiedad intelectual”. Gustavo
Fischer, asesor de la cámara, aseguró que el TCP no afecta la soberanía
de los países, ya que se mantiene la “independencia de los examinadores
de cada oficina nacional de patente para aplicar los criterios de
patentabilidad establecidos por la ley nacional”.
A la reunión anterior de la comisión, el 8 de junio, asistió José
Antonio Villamil, encargado del área de derechos de autor del Ministerio
de Educación y Cultura y ex encargado de patentes de la Dirección
Nacional de la Propiedad Industrial, para referirse a las disposiciones
en materia de propiedad intelectual del TLC con Chile. Villamil advirtió
que, a diferencia del TLC de Uruguay con México, el tratado con Chile
“contiene disposiciones que suponen aceptar niveles de protección de la
propiedad intelectual superiores a los que los países en vías de
desarrollo defienden en los foros internacionales”.
Peros
En la reunión de la comisión se preguntó si el organismo estaba en
condiciones de votar un miembro informante del TLC con Chile, teniendo
en cuenta que “existe interés por parte del Poder Ejecutivo” en su
aprobación. En ese momento, la senadora frenteamplista Constanza Moreira
manifestó que, antes de resolver el miembro informante, quería tener
“una conversación” en la bancada del FA, porque la aprobación del TLC
con Chile lleva de cierto modo atado el ingreso al TCP. Moreira dijo a la diaria
que el TCP le parece “muy malo para los intereses de Uruguay” y que
quiere que el FA tome “cartas en el asunto”. Explicó que ya planteó el
tema ante la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales de la
coalición de izquierda, “pero sin mucho éxito”. “Esto lo impulsan los
países que patentan. América Latina no comparte más que un porcentaje
ínfimo de las patentes (menos de 3%). Tanto Villamil como Antía
advirtieron que Uruguay se debilita con la firma de este acuerdo. ¿A
quién le sirve este acuerdo? No a nosotros”, cuestionó, y preguntó por
qué entonces el país se compromete a firmarlo.
La comisión de Asuntos Internacionales resolvió también invitar a la cancillería para responder estas inquietudes.