20minutos.com.mx.- La regulación de patentes, comercio electrónico y biotecnología, aún representan un reto en los tratados de libre comercio que México negocia con América del Norte y Europa, afirmó el director general del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Miguel Ángel Margáin González.
Se trata de temas que hace 25 años no estaban previstos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), acuerdo que continuará su proceso de modernización en su ronda ministerial, programada en Montreal, Canadá, del 23 al 28 de enero. Pero ahora se incluyen en la mesa de discusión correspondiente del capítulo 17 de propiedad intelectual, y “los tres países tenemos que ser sumamente asertivos en poder redactar (ambos temas)”, comentó en rueda de prensa. Dijo que si bien los negociadores han avanzado en este capítulo, aún hay “cuestiones por afinar” en la regulación de biotecnológicos, que está enfocada a la agroindustria y la farmacéutica.
Por otra parte, Margáin González reiteró que la vigencia no hay manera de modificarla en el acuerdo trilateral, pues tiene un tiempo de 20 años para ser explotada y después pasa a dominio público. “El término de vigencia de una patente no se mueve”, insistió. Con respecto al Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México, el funcionario señaló que el capítulo contemplado hace más de 17 años es hoy escueto y refería a formar parte de los acuerdos en dicha materia de las organizaciones mundial de Comercio (OMC) y de la Propiedad Intelectual (OMPI). “Esos son los estándares básicos, pero tenemos que ir a materias que en esos tratados, sobre todo los de la OMPI, que datan de principios del Siglo XX, no tenían en su momento”, explicó.
Aunque con los negociadores del bloque europeo hay una discusión por las indicaciones geográficas (denominaciones de origen) de diversos productos, Margáin González confió en que ambas delegaciones lleguen a un acuerdo favorable en la octava ronda de negociación, que culminará el 17 de enero en la Ciudad de México.
Añadió que se buscan equilibrios en los productos, en particular los de los lácteos con denominación de origen, a fin de que se mantengan intactos.