/ladiaria.com.uy.- Desde la semana pasada y hasta este viernes, los negociadores
del Mercosur y de la Unión Europea (UE) están reunidos en Asunción en
busca de acercar posiciones para la firma de un Tratado de Libre
Comercio.
Los industriales se pronunciaron a favor de un acuerdo “equilibrado”
que reconozca los niveles dispares de desarrollo de ambos bloques y, en
especial, el impacto que tendrá sobre la industria del Mercosur. En ese
sentido, evaluaron que es necesario “preservar determinadas
herramientas” que son fundamentales para el funcionamiento del Mercosur,
como un “trato especial y diferenciado” que incluya una “ampliación
satisfactoria de cuotas de importación por parte de la UE”, la
eliminación de subsidios europeos a la producción de bienes agrícolas,
la inclusión de una “cláusula de desarrollo industrial”, el
mantenimiento de límites al acceso al mercado de compras y
contrataciones públicas “como herramienta de desarrollo industrial
nacional” y el rechazo a la extensión de las patentes y a la protección
de los datos de prueba, entre otras.
De cara a las negociaciones en Asunción, también se pronunciaron en
forma conjunta la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur y la
Confederación Europea de Sindicatos. En una carta abierta, los
sindicalistas de ambos bloques sostuvieron que no aceptarán un acuerdo
de asociación “en las actuales circunstancias y condiciones”, ya que “no
se perfila un auténtico Acuerdo de Asociación justo y equilibrado, sino
un tratado de libre comercio que perjudica a los países de menor
desarrollo relativo a ambos lados del Atlántico en su industria
nacional, en la promoción de la producción y del trabajo decente”.
Las centrales denunciaron que la UE no ha finalizado todavía el
estudio de impacto de un eventual acuerdo sobre sus sectores sensibles, y
los países del Mercosur “ni siquiera han comenzado estudios análogos”
que permitan tomar medidas de protección productiva y de mitigación en
materia de empleo.
Finalmente, los sindicalistas señalan la “escasa importancia” que los
negociadores de ambos bloques han otorgado a los puntos “más sensibles”
señalados por las centrales: participación institucionalizada de los
actores productivos en las negociaciones, adopción de un capítulo
sociolaboral que incluya las Normas Internacionales del Trabajo de la
Organización Internacional del Trabajo, ausencia de un “trato especial y
diferenciado” para los países de menor desarrollo relativo de ambas
regiones, tiempos reducidos para la desgravación arancelaria, la
eliminación de instrumentos de política industrial, la desregulación de
servicios estratégicos para el desarrollo de ambas regiones, y la
extensión de la duración de las patentes y la protección de datos de
prueba, “que impedirán el acceso de ambas poblaciones a la salud y los
medicamentos”.
Las centrales exigen que se establezca un Foro Laboral para analizar
los aspectos mencionados; de lo contrario, “no aceptarán” el acuerdo.