Foto: José Luis Schanzenbach
fgep.org.- La Fundación Grupo Efecto Positivo presentó hoy una oposición en la Oficina de Patentes de Argentina (INPI) para que se rechace la patente solicitada por Laboratorios GILEAD SCIENCES INC sobre
el medicamento antirretroviral TAF (Tenofovir Alafenamide Fumarato),
utilizado para el tratamiento de personas con VIH. La oposición es una
herramienta legal que la sociedad civil utiliza para evitar la concesión
de patentes indebidas en pos de proteger la salud pública y garantizar
el acceso a medicamentos.
El medicamento Tenofovir y su
combinación con emtricitabina (TDF+FTC) se encuentran en dominio público
en la Argentina y puede ser producido por laboratorios locales. Estas
drogas son centrales para el tratamiento y la prevención del VIH. Gilead
comercializa esta combinación TDF+FTC en nuestro país bajo el nombre
comercial Truvada®, cuya solicitud de patente debió ser desistida ya que
no cumplía con los requisitos que exige la ley de patentes. FGEP se
opuso a esta patente oportunamente.
Gilead presentó una nueva solicitud
de patente sobre tenofovir, en su versión TAF, que no es otra cosa que
una variante de este medicamento. Nuevamente, según el artículo 4 de la
Ley de Patentes de Argentina esta patente no corresponde ser otorgada
por no cumplir con los requisitos de novedad, actividad inventiva y
aplicación industrial. Si bien Gilead lo presenta como una “nueva sal”
novedosa e inventiva, en realidad se trata de un mero cambio en una
molécula ya conocida que además se encuentra en dominio público. El
pedido aún está pendiente de resolución por parte del INPI y desde
Fundación GEP se pide el rechazo por no cumplir con los estándares de
patentabilidad vigentes.
“La empresa Gilead pretende apropiarse
ilegalmente de un medicamento que se encuentra en dominio público. Este
nuevo pedido de patente sobre la droga tenofovir (TAF) debe ser
rechazado por el INPI. La empresa no logró el monopolio sobre tenofovir
(TDF) y sus combinaciones, e intenta monopolizar el mercado a través de
la introducción de TAF. El otorgamiento de una patente sobre TAF podría
tener consecuencias graves para el acceso a medicamentos esenciales para
prevenir y tratar el VIH”, explicó Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de Fundación GEP.
En nuestro país, Gilead cuenta con
registros sanitarios otorgados por ANMAT (Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) de dos medicamentos que
incluyen TAF: Descovy, que combina el TAF con la droga Emtricitabina, y
Genvoya que combina TAF con las drogas Elvitegravir, Cobicistat y
Emtricitabina. Si el INPI le otorga la patente sobre TAF, Gilead tendría el monopolio sobre este medicamento y también sobre sus combinaciones. Podría fijar precios abusivos en el mercado porque eliminaría la posibilidad de contar con genéricos competidores.
La Dirección Nacional de Sida ha
comprado tratamientos con tenofovir (TDF) y su combinación con
emtricitabina a Gilead y gastó $19.950,9 por persona, por año. En
cambio, al comprar el mismo tratamiento pero eligiendo la versión
genérica, el precio fue de $10.931 por persona por año. Las versiones
genéricas reducen significativamente los precios de los tratamientos
fomentando la industria local.
“Se trata de una nueva estrategia
comercial de la compañía farmacéutica; como en 2016 la solicitud de
patente para el medicamento Truvada® fue rechazada -para lo cual también
presentamos una oposición- ahora busca patentar una variante sobre el
mismo compuesto para poder sustituir al Truvada® en los tratamientos de
VIH y continuar con su monopolio de precios excesivos. Ha utilizado la
misma estrategia abusiva para obtener la patente de una prodroga del
Sofosbuvir, un medicamento fundamental para la Hepatitis C, que también
gracias al trabajo de FGEP fue rechazada”, señaló José María Di Bello, Secretario de Fundación GEP.
El aumento de los precios y el derecho de exclusividad que imponen las patentes tienen fuertes consecuencias en los presupuesto de Salud. Según un estudio
realizado por la Fundación GEP en base a los últimos datos publicados
por la Dirección Nacional de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual
del Ministerio de Salud: entre 2012 y 2015, la compra de medicamentos implicó entre el 60 y el 80% del total del presupuesto de
la Dirección Nacional de SIDA. Esto significa que dicha Dirección sólo
pudo invertir entre un 40% y un 20% del presupuesto total para la
implementación de políticas complementarias al tratamiento de enorme
importancia como el diagnóstico y la prevención. Durante el año 2016 la
inversión en medicamentos llegó al 96% del presupuesto destinado a la
Dirección.
Aproximadamente el 50% de las personas con VIH en tratamiento en Argentina utilizan tenofovir. Conforme la publicación “Untangling the Web”
de la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras-MSF,
la versión genérica de la combinación tenofovir (TDF) + emtricitabina
(FTC) se encuentra disponible en el mercado internacional a US$ 74 por
persona por año lo que demuestra que el costo de producción es significativamente bajo.
La patente que Gilead pretende sobre
tenofovir TAF debe ser rechazada, es fundamental que los distintos
subsistemas de salud en Argentina puedan adquirir medicamentos genéricos
a precios asequibles, para que la sostenibilidad del acceso universal a
los tratamientos se vea garantizada.