sábado, 31 de marzo de 2018

Trump considera la posibilidad de invocar una ley de emergencia para detener la adquisición de empresas estadounidenses por parte de China

Por Annie Wu - La Gran Época.- Después de anunciar los aranceles sobre los productos importados de China la semana pasada, la administración de Trump está considerando ahora la posibilidad de tomar medidas enérgicas contra las inversiones chinas en empresas tecnológicas estadounidenses que desarrollan tecnologías sensibles.
Bloomberg informó el 28 de marzo que la administración estaba considerando invocar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, promulgada en 1977, que permite al Presidente declarar una emergencia nacional por una “amenaza inusual y extraordinaria”.
El Presidente con esta ley podría bloquear transacciones y confiscar bienes.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, también insinuó otras acciones en una entrevista con Fox Business Network el pasado 27 de marzo. “Habrá limitaciones a la inversión extranjera”, declaró, al tiempo que señaló que hay legislación pendiente en el Congreso destinada para otogarle más poder al Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS por sus siglas en inglés), la agencia gubernamental que actualmente regula las adquisiciones extranjeras.
Según los analistas, el régimen chino estuvo ayudando y dirigiendo a las empresas chinas en la adquisición de empresas tecnológicas estadounidenses para promover los intereses nacionales, en lugar de meros objetivos comerciales.
Invasión planificada
En una serie de artículos recientemente publicados, La Gran Época detalló cómo el régimen planeó metódicamente robar tecnología militar occidental, en parte mediante la adquisición de compañías extranjeras. El Consejo de Estado del régimen chino publicó un documento el pasado mes de julio que exponía claramente esas intenciones.
El Consejo de Estado chino también emitió un aviso el pasado mes de agosto de 2017 alentando a las empresas chinas a invertir específicamente en empresas de alta tecnología, limitando al mismo tiempo las inversiones en el extranjero en bienes raíces, hoteles y la industria del entretenimiento.
“El papel del Estado en la dirección y el apoyo de esta estrategia de inversión en el extranjero es dominante y evidente en múltiples niveles del gobierno: central, regional y local”, concluyó la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) en su informe recientemente publicado sobre las prácticas comerciales de China en materia de propiedad intelectual. La investigación se abrió el año pasado después de que el presidente Donald Trump firmara un memorando ordenando al USTR que lo hiciera.
En el informe se detalla la forma en que el régimen chino coacciona a las empresas chinas, tanto estatales como privadas, para que se hagan cargo de esas adquisiciones extranjeras, al mismo tiempo que proporciona apoyo financiero directo para afrontar tales emprendimientos.
“Perjudican la capacidad de las empresas tecnológicas estadounidenses para innovar y adaptarse, y amenazan la competitividad a largo plazo de la industria estadounidense”, según declara el documento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de China, Xi Jinping, se dan la mano después de hacer declaraciones conjuntas en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, China, el 9 de noviembre de 2017. (Damir Sagolj/File Photo)
La inversión china en Estados Unidos creció significativamente en los últimos años. Según Rhodium Group, una consultora de investigación, la inversión directa china en el país creció desde los 4.900 millones de dólares en 2011 a los 45.200 millones de dólares en 2016, un aumento del 843 por ciento. También se modificó la naturaleza de las inversiones ya que pasaron de las predominantemente “totalmente nuevas”, como por ejemplo, cuando una empresa matriz desarrolla operaciones nuevas en un país extranjero, a llevar a cabo recientemente adquisiciones de empresas ya funcionando. Las inversiones en proyectos totalmente nuevos representaban el 99,6 por ciento en 2000, en comparación con solo el 7,6 por ciento en 2010 y 2016, o sea con un 92,4 por ciento de adquisiciones de empresas ya formadas. Las empresas estatales chinas representaban una cuarta parte de estos nuevos acuerdos.
En el informe más reciente del CFIUS, que documentaba todas las inversiones extranjeras en 2015, China era el país con la mayor cantidad de transacciones “cubiertas”, o transacciones que podrían resultar en el control de una empresa estadounidense por parte de un individuo extranjero.
El informe del USTR encontró que los datos de inversión chinos a lo largo de los años reflejaban las prioridades del estado, con aumentos notables en el sector automotriz, electrónica, tecnologías de la información y la comunicación, maquinaria industrial y aviación.
Y como resultado del creciente interés chino, el CFIUS también incrementó el control de las potenciales amenazas a la seguridad nacional, según el Grupo Rhodium.
Empresas de EE.UU. afectadas
Más recientemente, el presidente Trump bloqueó la propuesta de adquisición de la empresa estadounidense líder en fabricación de chips Qualcomm por parte de la empresa Broadcom, con sede en Singapur. El Tribunal de Primera Instancia, que estaba investigando la propuesta, había expresado su preocupación de que la empresa quedara finalmente bajo control chino.
Un cartel en el campus de Qualcomm en San Diego, California, el 6 de noviembre de 2017. (Mike Blake/File Photo)
Hubo otros ejemplos notables de acuerdos bloqueados. Tsinghua Unigroup, una subsidiaria de Tsinghua Holdings, una empresa de propiedad estatal, intentó adquirir Micron Technologies, un fabricante líder de chips de memoria con sede en Idaho, en 2015. Pero el acuerdo se abandonó poco después por la preocupación  que el CFIUS no lo aprobara. Tsinghua Unigroup también intentó comprar una participación del 15 por ciento en Western Digital, una empresa de almacenamiento de datos, pero retiró la oferta en 2016. La empresa estaba financiada en parte por una empresa de inversiones respaldada por el Estado chino, y en un momento dado el hijo del ex líder chino Hu Jintao, Hu Haifeng,  figuraba como secretario del Partido Comunista Chino.
Otros acuerdos en cambio pudieron llegar a buen puerto. En 2016, Beijing E-Town, una agencia de las autoridades municipales de Beijing, compró iML, una empresa especializada en tecnología para pantallas planas e iluminación LED. Permitió a China adquirir tecnología clave en el desarrollo de diferentes chips para móviles y ordenadores.
Ese mismo año, la empresa privada china Ant Financial compró EyeVerify, una empresa estadounidense con tecnología de verificación biométrica patentada. Antes de la adquisición, los bancos estatales chinos, las empresas y el fondo soberano del país asiático, China Investment Corporation, participaron en la compra de acciones para convertirse en los nuevos socios inversores de Ant Financial.
Un logotipo de Ant Financial se muestra en un evento de Ant Financial en Hong Kong, China, el 1 de noviembre de 2016. (Bobby Yip/File Photo)
Y en mayo de 2017 se produjo la mayor adquisición de una empresa china: la estatal China National Chemical Corp. adquirió la empresa suiza Syngenta. Los chinos obtuvieron acceso a productos agrícolas genéticamente modificados patentados que fueron mencionados como objetivos en los planes quinquenales del régimen chino, además de todo el negocio de Syngenta en Estados Unidos, según el informe del USTR.
Sin embargo, el año pasado, la reducción de salidas de capital desde China, combinada con un mayor control por parte de CFIUS, provocó una caída de la inversión directa china en Estados Unidos, según el Grupo Rhodium. Las inversiones cayeron más de un tercio en comparación con el año anterior y el valor de las nuevas adquisiciones se redujo en un 90 por ciento.
Los europeos también están preocupados
El 28 de marzo, el presidente Trump también discutió “unir fuerzas para contrarrestar” las prácticas comerciales de China en una llamada telefónica con la canciller alemana Angela Merkel, según la Casa Blanca. Trump también habló con el presidente francés Emmanuel Macron sobre temas similares.
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron realizan una conferencia de prensa conjunta en una cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica, el 23 de marzo de 2018. (François Lenoir)
La Cámara de Comercio de la Unión Europea concluyó en su informe de 2017 que las inversiones chinas en empresas europeas se encontraban en campos “en los que las empresas europeas no pueden realizar inversiones equivalentes en China, y que también permitió a las empresas chinas acceder a tecnología, marcas y conocimientos de gestión que de otro modo no habrían podido adquirir. En algunas industrias, como la de los semiconductores, las inversiones intentadas y completadas  abarcaron toda la cadena de suministro industrial”.