elpais.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio este martes la luz verde a la operación por la que Bayer y Monsanto podrán fusionar sus operaciones.
Pero a cambio deberán desprenderse de activos por valor de 9.000
millones de dólares en el negocio agroquímico, que cede a su rival
alemana BASF. La autorización va en línea con el dictamen de la Comisión Europeas hace un mes.
Es la mayor desinversión impuesta por las autoridades
de la competencia en EE UU. En concentro Bayer tendrá que vender la
división de semillas y los herbicidas Liberty. También tendrán que
vender el naciente negocio de la gestión digital de las tierras de
cultivo, y otros proyectos en marcha en el ámbito de la investigación,
algunas patentes y el desarrollo de nuevos productos.
Se trata de prevenir, explica el Departamento de
Justicia, que usen su poder combinado para controlar las semillas y los
tratamientos para el crecimiento de las plantas, lo que les permitiría
elevar el precio de los productos a los agricultores y el consumidor. El
visto bueno de la Administración que preside Donald Trump era clave
para que pueda avanzar una transacción valorada en 66.000 millones.
Sin estas desinversiones, insiste Washington, “la
fusión sería ilegal”. Bayer y Monsanto compiten actualmente en el sector
de las semillas y de los productos para la protección de los cultivos.
Para que la fusión salga adelante, necesita ahora el aprobado de Canadá y
México. La química alemana necesita cerrar el trámite para el 14 de
junio. En ese momento, la estadounidense tiene derecho a pedir un precio
más alto.
El pacto final de las dos compañías con el
Departamento de Justicia se anuncia el mismo día en el que el equipo que
dirige el fiscal general Jeff Sessions presentara una demanda para
bloquear la fusión, porque tras un año de negociación no obtenía las
concesiones que exigía. Si no se hubiera llegado a un arreglo, la
operación habría quedado en manos de un juez, como en el caso de la
fusión entre AT&T y Time Warner.