miércoles, 30 de mayo de 2018

EE UU fuerza a Bayer y Monsanto a desinvertir en el negocio de semillas para autorizar la fusión

 Un agricultor esparciendo herbicidas de Monsanto

elpais.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio este martes la luz verde a la operación por la que Bayer y Monsanto podrán fusionar sus operaciones. Pero a cambio deberán desprenderse de activos por valor de 9.000 millones de dólares en el negocio agroquímico, que cede a su rival alemana BASF. La autorización va en línea con el dictamen de la Comisión Europeas hace un mes.

Es la mayor desinversión impuesta por las autoridades de la competencia en EE UU. En concentro Bayer tendrá que vender la división de semillas y los herbicidas Liberty. También tendrán que vender el naciente negocio de la gestión digital de las tierras de cultivo, y otros proyectos en marcha en el ámbito de la investigación, algunas patentes y el desarrollo de nuevos productos.
Se trata de prevenir, explica el Departamento de Justicia, que usen su poder combinado para controlar las semillas y los tratamientos para el crecimiento de las plantas, lo que les permitiría elevar el precio de los productos a los agricultores y el consumidor. El visto bueno de la Administración que preside Donald Trump era clave para que pueda avanzar una transacción valorada en 66.000 millones.
Sin estas desinversiones, insiste Washington, “la fusión sería ilegal”. Bayer y Monsanto compiten actualmente en el sector de las semillas y de los productos para la protección de los cultivos. Para que la fusión salga adelante, necesita ahora el aprobado de Canadá y México. La química alemana necesita cerrar el trámite para el 14 de junio. En ese momento, la estadounidense tiene derecho a pedir un precio más alto.
El pacto final de las dos compañías con el Departamento de Justicia se anuncia el mismo día en el que el equipo que dirige el fiscal general Jeff Sessions presentara una demanda para bloquear la fusión, porque tras un año de negociación no obtenía las concesiones que exigía. Si no se hubiera llegado a un arreglo, la operación habría quedado en manos de un juez, como en el caso de la fusión entre AT&T y Time Warner.