Pekín (Reuters) - El superávit comercial de China con Estados Unidos
batió un nuevo récord en agosto a pesar de que el crecimiento de las
exportaciones del país se ralentizó levemente, un resultado que podría
impulsar al presidente Donald Trump a aumentar la presión sobre Pekín en
la disputa comercial.
El superávit comercial chino con EEUU alcanzó los 31.050 millones de
dólares en agosto, frente a los 28.090 millones en julio, según los
datos de aduanas publicados el sábado, superando el récord anterior
establecido en junio.
Durante los primeros ocho meses del año, el superávit de China con EEUU ha aumentado casi un 15 por ciento.
Las
exportaciones chinas crecieron en agosto en un 9,8 por ciento en tasa
interanual desde el 12,2 por ciento de julio, registrando su tasa
interanual más débil desde marzo.
La cifra no cumplió las
previsiones de los analistas que esperaban un aumento de las
exportaciones del 10,1 por ciento en agosto.
Pese
a la implementación de aranceles entre ambos países a principios de
julio sobre bienes por volumen de 100.000 millones de dólares, las
exportaciones de China a Estados Unidos se aceleraron en agosto,
creciendo un 13,2 por ciento interanual frente al 11,2 por ciento
registrado en julio.
Durante los primeros ocho meses del año, el superávit de China con EEUU ha aumentado casi un 15 por ciento.
“La
razón principal (para el aumento las exportaciones) es el fuerte
crecimiento en la economía de Estados Unidos”, dijo Zhang Yi, economista
de Zhonghai Shengrong Capital Management.
Las importaciones de
China desde los Estados Unidos crecieron solo un 2,7 por ciento en
agosto, una desaceleración desde el 11,1 por ciento en julio.
La
disputa comercial entre China y EEUU se intensificó el viernes al
advertir el presidente de EEUU , Donald Trump que estaba dispuesto a
imponer aranceles a casi todas las importaciones chinas a Estados
Unidos, amenazando con aranceles nuevos sobre bienes por importe de
267.00 millones de dólares.
Washington ha criticado durante mucho
tiempo el enorme superávit comercial de China con los Estados Unidos y
ha exigido que Pekín lo reduzca. Aún así, los desacuerdos entre las dos
principales potencias económicas van más allá de la balanza comercial y
las tensiones se mantienen sobre los límites del acceso de las empresas
estadounidenses a los mercados chinos, la protección de la propiedad
intelectual, las transferencias de tecnología e inversiones.