LPO.- De no existir contratiempos, en 14 días se firmará el nuevo TLCAN
(nombrado T-MEC en México) y como consecuencia se avizora un fuerte
golpe al sector de biomedicamentos, por los cambios realizados -y
después poco discutidos- en el capítulo de propiedad intelectual.
Como toda negociación, el acuerdo trilateral dejara beneficios para
algunos sectores, otros tantos, sin embargo, se tuvo que ceder, tal es
el muy documentado caso del sector automotriz, pero también lo fue en
esta materia, en donde el lobby de las grandes empresas farmacéuticas se
impuso, explican expertos en diálogo con LPO.
El Capítulo XX, del ahora llamado T-MEC (USMCA, en inglés), que
refiere a propiedad intelectual, en el apartado F se refiere a patentes,
de manera más precisa el F14 a biomedicamentos. Ahí, México tuvo que
ceder a una vieja e insistente petición de Estados Unidos, lo que
implicó un retroceso en una lucha que se ganó años atrás sobre
protección de datos para medicamentos.
Y es que originalmente el tratado entre México, Estados Unidos y
Canadá planteaba 20 años como protección a los datos para
biomedicamentos, después de una larga lucha se logró reducirse a cinco,
cosa que dejó en disgusto a los grandes monopolios, pero ya en esta
nueva negociación que mantuvo en vilo al mercado por casi dos años,
lograron imponerse y se volvió a incrementar a diez años.
¿Cuál es el impacto? Los medicamentos a los que refiere este apartado
son aquellos creados a través de organismos vivos y funcionan como una
proteína natural, son usados en distintos padecimientos, uno de ellos es
para restar la progresión de enfermedades como el cáncer.
Como es sabido, la patente resulta en un precio mayor al de los
genéricos, sin embargo, con esta restricción elevada, la posibilidad de
abaratar su precio, es decir, poder entrar como genérico, será mucho más
prolongada y con ello se beneficia a los quince grandes monopolios que
existen en el mundo, pues “no existirán condiciones de competencia”,
explica el experto internacionalista de la UNAM, Ignacio Martínez
Cortés.
“La liberalización de patentes provocó que renaciera la industria de
laboratorios en México y el país logró ser un país de distribución de
medicamentos para Centroamérica, además, permitió el desarrollo de la
investigación y la innovación”, relató el experto.
Advirtió que al elevar la protección de la patente, no solo se
protege a los monopolios, sino que “se provocará un desabasto de este
tipo de medicamentos”. Y otra consecuencia de esto será un golpe a la
investigación sobre medicamentos -y que han llevado incluso a su
mejora-, pues las universidades logran avanzar en ellas una vez que se
liberan las patentes.
El especialista de la UNAM hace hincapié sobre todo en que el texto
acordado entre los tres países no ha sido debidamente estudiado en el
Congreso mexicano. ¿El Senado cuando va a discutir el texto? Tiene menos
de 15 días para su firma y parece que irá sin una discusión por parte
de los legisladores y eso implicará que el nuevo Gobierno será
corresponsable que en los próximos años se afecte a una población
vulnerable con esta aprobación”, señaló.