lunes, 3 de diciembre de 2018

¿Marihuana con patente? Una querella pone a prueba el mercado del cannabis

 

Por Jan Wolfe
(Reuters) - En octubre, el Gobierno de EEUU concedió a Axim Biotechnologies Inc una patente para un supositorio a base de cannabis con la finalidad de tratar el síndrome del intestino irritable.

La británica GW Pharmaceuticals (LON:GWP) Plc, que recientemente ha sacado al mercado un medicamento derivado de la marihuana para la epilepsia, quiere ahora solicitar la patente para otro producto con el que tratar el eczema.
Ahora que la marihuana es totalmente legal en Canadá y está al menos parcialmente legalizada en la mayoría de los estados de EEUU, las compañías se están apresurando a patentar nuevas formulaciones de la hierba. Este año, la Oficina de Patentes y Marcas de EEUU ha concedido 39 patentes con las palabras cannabis o marihuana en sus resúmenes, en comparación con las 29 de 2017 y las 14 de 2016. (Gráfico: https://tmsnrt.rs/2Ri9sON)
Queda por ver qué si estas patentes aguantarán bien en los tribunales. Si lo hacen, un puñado de compañías podrían estar en posición de exigir el pago de licencias de uso al resto de la industria.
El primer caso en Estados Unidos está ya en los tribunales. En una demanda presentada en julio, United Cannabis Corp, con sede en Colorado, acusó a Pure Hemp Collective Inc de infringir su patente para un compuesto líquido con una alta concentración de cannabidiol (CBD), un ingrediente del cannabis que no es psicoactivo y del que se afirma que tiene beneficios para la salud.
Uno de los problemas clave en este caso y otros, dicen los expertos, es si la patente es demasiado amplia u obvia a la luz del "estado de la técnica" ("todo lo que antes de la fecha de presentación de la solicitud de patente se ha hecho accesible al público por una descripción escrita u oral, por una utilización o por cualquier otro medio", según la ley de patentes española).
Dada la larga historia de experimentación con la marihuana, las patentes que presentan nuevas formulaciones o utilizaciones de la planta podrían tener problemas si se enfrentan a demandas, dijo John Stewart, miembro del consejo de la compañía canadiense de cannabis Emblem Corp.
Sin embargo, un factor que podría ayudar a los titulares de patentes a defender sus productos es la falta de investigaciones previas documentadas. Como la marihuana ha sido ilegal, muchos de sus usos no se han descrito en el tipo de artículos científicos que se presentan normalmente como "estado de la técnica" en casos de patentes.
"Debido a los 80 años de prohibición, existe una grandísima falta de documentación del estado de la técnica para el cannabis", dijo Beth Schechter, consejera delegada del Open Cannabis Project, una organización sin ánimo de lucro que se opone a las patentes de cannabis. "Es posible que la oficina de patentes no vea o tenga en cuenta los conocimientos tradicionales y las informaciones que son claras para la industria".
¿OBVIO O INGENIOSO?
Las patentes basadas en la marihuana nunca podían ponerse a prueba en la práctica cuando el cannabis era en gran medida ilegal. Incluso si las compañías tenían motivos para denunciar el producto de un rival por infracción de patente, a menudo se mostraban reacias a llamar la atención sobre actividades potencialmente delictivas.
Pero ante el actual clima de mayor tolerancia, el número de compuestos y extractos con marihuana que se están llevando al mercado se ha disparado, abriendo la puerta a que los titulares de patentes presenten denuncias. Se espera que la industria mundial del cannabis alcance los 75.000 millones para 2030, según Cowen & Co, lo que la convierte en una de las industrias de más rápido crecimiento en el mundo.
El caso de United Cannabis se centra en la patente que cubre su formulación para el CBD, que se ha puesto de moda como un suplemento de salud y se encuentra con frecuencia en cafés y herbolarios en EEUU.
Si bien la Agencia de Control de Medicamentos de EEUU considera que los productos de CDB son ilegales, los fiscales federales no presentan casos penales contra los vendedores.
La patente de United Cannabis, que se aplica a una formulación de CBD con una alta concentración, podría aplicarse a la mayoría de los productos de CBD ahora en el mercado, dijo Neil Juneja, un abogado de patentes en Seattle.
Jesús Vázquez, asesor general de United Cannabis, rechazó una solicitud de entrevista, pero se remitió a una publicación en un blog en agosto en la que defendía la tecnología patentada de la compañía como "novedosa e ingeniosa".
Otros dicen que se han utilizado formulaciones similares durante décadas.
"Hay muchas personas que conocen los hechos acerca de los extractos y la bioquímica del cannabis que están indignados por esta patente", dijo Dale Hunt, un abogado de patentes en California.
Donnie Emmi, un abogado de Pure Hemp, dijo que creía que la compañía tenía una buena posibilidad de invalidar la patente de United Cannabis. En un documento judicial, Pure Hemp indica que las formulaciones líquidas de CBD altamente concentradas son "ubicuas" y "no se inventaron en este milenio".
LA INDUSTRIA NECESITA "DESPERTAR"
Los expertos dicen que la industria de la marihuana, aún en su infancia, está en gran parte mal preparada para los litigios de patentes y las batallas sobre el uso de licencias que puede traer el futuro.
"La industria del cannabis necesita despertar a esta realidad empresarial", dijo Reggie Gaudino, vicepresidente de la firma de investigación de cannabis Steep Hill Inc.
Parte de la razón por la cual las compañías han tardado en reconocer la amenaza, dicen analistas e inversores, es que el mundo de las patentes es ajeno a la cultura de no intervención y código abierto que históricamente ha rodeado la marihuana.
"Esta industria tradicionalmente ha estado formada por personas que realmente creían en esta causa, esta planta y los beneficios para la salud", dijo Kris Krane, un consultor de la industria del cannabis.
"La mayoría de los nuevos actores que entran ahora se están incorporando desde una perspectiva empresarial y considerarán las patentes como una cuestión de negocios".
(Información de Jan Wolfe; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)