domingo, 2 de diciembre de 2018

Patentes para medicamentos favorecen intereses de farmacéuticas

 Las patentes se han transformado en una barrera para el avance de la investigación y de la ciencia. Fotos: Nicolás Bojacá - archivo Unimedios

unal.edu.co.- Esta fue una de las críticas formuladas a la política de patentes en el foro “Políticas públicas en propiedad intelectual e innovación en salud”, realizado en la Universidad Javeriana con participación del Centro de Pensamiento en Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.). 

A juicio de la abogada Carolina Gómez, del equipo de trabajo del Centro de Pensamiento de la U.N., aunque las patentes han dejado de garantizar que los nuevos medicamentos sean innovadores, su papel ha pasado a ser el de un título con el que se pueden realizar movimientos especulativos entre actores privados.
En el marco del foro también se destacó que una de las falencias más evidentes en el sistema de patentes es que solo se investiga en aquellos nichos que cuentan con mercados atractivos, como el de las enfermedades propias de los países más ricos: “no es una casualidad que en pleno siglo XXI se carezca de vacunas para enfermedades como malaria, dengue o leishmaniosis”, señaló la abogada Gómez.
Otra de las falencias del actual sistema de patentes es que estimulan hechos como que la mayoría de los nuevos medicamentos salgan a la venta con precios exorbitantes, que aunque pueden ser adquiridos por pequeños segmentos de la población, están por fuera del alcance de países como Colombia, e incluso de aquellas economías más desarrolladas como Estados Unidos, Japón y algunos países de Europa, entre otros.
“La aparición de un medicamento capaz de curar la hepatitis C, con un precio estimado entre 12.000 y 84.000 dólares por cada tratamiento ha puesto en jaque su sistema de salud”, precisa la experta, para quien también es muy diciente la suspensión de un fondo especial para la adquisición de medicamentos para el cáncer en Inglaterra luego de escasos tres años de funcionamiento.
Para Juan Felipe Bernal, profesor de Economía de la Universidad Javeriana, uno de los principales problemas de las patentes es que su retribución en inversión para el desarrollo de nuevas tecnologías resulta insuficiente, en la medida en que solo llega a financiar una parte del bienestar social.
“Algunos economistas piensan que no es necesario otorgar patentes puesto que el inventor cuenta con una ventaja de tiempo que necesariamente implica que sea el primero en producir la novedad, de tal manera que pueda tener una posición dominante sobre el sector”, precisa el docente.
Innovaciones biotecnológicas
Según la abogada Carolina Gómez el actual sistema de patentes es muy cuestionable, en la medida en que, para el caso de los medicamentos está demostrado que no necesariamente conlleva innovaciones en el campo de las tecnologías biomédicas.
Como los nuevos desarrollos biotecnológicos vienen acompañados de su correspondiente patente, innovaciones como las nuevas técnicas de edición genética para crear organismos modificados quedan por fuera del alcance de la comunidad científica y académica, con los consecuentes impedimentos para que se pueda avanzar en investigaciones similares.
A pesar de que en sus inicios las patentes se concibieron para corregir una falla del mercado, la situación actual es que han terminado por favorecer los intereses de grupos particulares en detrimento del conjunto de la sociedad, se concluyó en el evento.