sábado, 20 de abril de 2019

América Latina: Crear propiedad intelectual es costoso,difícil y tardado



De acuerdo al más reciente reporte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) los países de América Latina carecen de políticas adecuadas para motivar a sus sectores productivos a elevar su aportación global en este rubro.

ElectronicosOnline.com Magazine / Oswaldo Barajas
América Latina ha crecido considerablemente en términos industriales, pero su aportación científica y tecnológica han cejado con una caída considerable de patentes y otras variantes de propiedad intelectual (PI) por parte de empresarios y universidades, esto principalmente por la falta de estrategias políticas, simplificación y claridad en los trámites para blindar la producción intelectual.
    
Así lo reporta la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en su más reciente informe titulado: “World Intellectual Property Indicators 2018” que fue presentado el pasado mes de diciembre.
El informe del organismo recalca que a diferencia de otras regiones del planeta, teniendo como referencia naciones de Asia, Norteamérica y Europa, en países latinos se carecen de estrategias de seguimiento de protección, los trámites son difíciles, tardados y muy costosos, lo que impide que los diferentes sectores económicos sean motivados a elevar su participación en términos de generación de patentes, innovación en procesos, diseños y prototipos, por mencionar algunos.
Pero esto no es todo, los pocos que se atreven a encausarse en el tormentoso camino de la tramitología para blindar sus innovaciones, sufren las secuelas de la inadecuada estructura política que impera en la mayoría de los países del bloque.

Así, el estatus actual por modalidad de propiedad intelectual a nivel mundial. En la tabla aparecen las principales aplicaciones: patentes, modelos utilitarios, marcas, diseños industriales y procesos o variedades fabriles.
     
Datos de la OMPI arrojan que en 2017 se sometieron a nivel mundial 3.17 millones de solicitudes de patentes, un 5.8% más que en el 2016. De estas, el 65.1% provino de Asia, mientras América Latina y el Caribe, Oceanía y África juntos apenas sumaron un 3.4%.
Entretanto, durante el 2007 en América Latina y el Caribe se solicitaron 58,100 patentes (un 3.1 % del total). Para 2017 la cantidad llegó apenas a 57,600 solicitudes (1.8%).
Como precisan las estadísticas, estas condiciones sofocan las inquietudes de las empresas, los organismos de investigación, las universidades y emprendedores particulares para esforzarse por innovar, tal como lo reconoce Marco Alemán, director de la División de Patentes de la OMPI, quien expone que actualmente América Latina requiere de una exhaustiva reestructuración en sus políticas de innovación.
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Expertos en el tema como Pablo Jenkings, presidente y fundador de Ideas en Acción, y miembro consultor del Foro Económico Mundial, explicó que, a pesar de que las patentes no representan el nivel de productividad industrial y tecnológico de un país, sí pueden ser tomadas como un factor de referencia para posicionar el estatus que guarda un país con respecto a sus políticas internas asociadas a la ciencia y tecnología. “Aunque creo que las patentes no son la única manera de medir el quehacer intelectual de un país, en una sociedad y economía del conocimiento sí es preocupante ver las cifras de América Latina”, apuntó Jenkings.
Con respecto a aquellas naciones más grandes tanto demográficamente como industrialmente, tal como Brasil, México, Chile o Argentina, Pablo Jenkings mencionó que las cifras de propiedad intelectual continúan siendo preocupantes y notoriamente en detrimento. “No es que las cifras en la región hayan bajado mucho (unas mil patentes menos), lo que ocurre es que otras regiones, como Asia, aumentaron significativamente”, expresó.
 
Asia y Norteamérica poseen son las regiones más activas en la generación de propiedad intelectual.
     
El tiempo es un factor predominante en AL
Con respecto al tiempo que tardan en promedio las resoluciones de asignación de patentes y sesión de derechos de otros derivados de propiedad intelectual en países latinoamericanos, el informe de la OMPI señala que es sumamente prolongado, creando otro factor para disuadir a los interesados para someter solicitudes de patentes.
En Brasil, por ejemplo, completar el proceso de solicitud de una patente puede demorar hasta 8 años, más de 6 años que lo que toma en China y Europa (donde el trámite tarda regularmente 2 años), mientras que en Rusia el proceso sólo tarda 9 meses.
En datos del Instituto Nacional da la Propiedad Industrial de Brasil, se registraron un total de 25,000 solicitudes de patentes, en su mayoría provenientes del exterior, de las cuales se concedieron 5,450 registros. De ellas, 700 fueron para empresas, universidades o innovadores nacionales. Esto fue el mismo caso para México, que en el 2017 se otorgaron 8,510 patentes, todos ellos armándose de una gran paciencia para esperar su resolución alrededor de 3 años.
En el caso de Ecuador y Colombia, el crecimiento de la actividad intelectual creció rápidamente, con 11.5% y 7.7% respectivamente, sin embargo, la mala noticia es que la mayoría de estas solicitudes fueron hechas por extranjeros residentes en el país.
Los datos también arrojan que Brasil, México y Argentina son los tres países que aglomeran casi el 90% de la investigación latinoamericana, no obstante, en la reciente década han experimentado caídas significativas en su inversión en ciencia y tecnología: Brasil (2%), México (3%) y Argentina (10%), lo que aunado a la tramitología robusta y compleja, se ha vuelto un muro para quienes desean innovar.