China negocia hoy con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) su incorporación al Acuerdo de La Haya, como parte de su compromiso con la protección de derechos e intereses sobre marcas domésticas y extranjeras.
Shen Changyu, director de la Administración Nacional de Propiedad Intelectual, indicó que ese paso dará a las empresas locales mayor acceso a la protección de los diseños industriales y por tanto mejorará la integración al mercado global de modelos y productos desarrollados bajo el plan Hecho en China.
Según datos de su despacho, en 2018 el país recibió 709 mil solicitudes de diseños industriales, un salto significativo en comparación con los 600 reportados en 1985.
El Acuerdo de La Haya es el tratado de la OMPI creado para garantizar el respeto a la propiedad intelectual de esos aspectos y tiene 70 firmantes en todo el mundo.
China lleva adelante una fuerte campaña de protección a la propiedad intelectual y el propio presidente del país, Xi Jinping, dijo el mes pasado que el Gobierno tomará mayores medidas para resguardar los derechos de los propietarios extranjeros sobre sus firmas.
El gigante asiático desea ampliar la presencia de inversión foránea y por tanto la fabricación y venta ilegal de bienes de contrabando ensombrecen esos planes.
En ese contexto en menos de un mes se destruyó en Hebei un lote de mercancía pirateada valuada en más de 50 millones de yuanes (7,46 millones de dólares), con más de 200 toneladas de peso y falsificaciones de marcas internacionales de ropa, zapatos, equipaje, vinos, productos químicos y componentes de automóviles.
Además la policía de Shanghái desarticuló una banda y le confiscó imitaciones de la marca Lego por un valor de 200 millones de yuanes (casi 30 millones de dólares), 90 moldes y 630 mil artículos terminados.