elcomercio.-El presidente de la Asociación en Defensa de los Cosecheros de
Asturias, Juan Luis Poladura, asegura que ha registrado la imagen, el
diseño y el logo de la botella de sidra como propiedad intelectual.
La
estampa estaría registrada con 'copyright' en 171 países, por lo que,
dice, a partir de ahora sería necesario su permiso para poder usarla en
cualquier formato. «Mi intención no es denunciar a nadie. Lo hago por
defender la tradición asturiana. Un trabajo que se debería estar
haciendo ya desde el Gobierno del Principado», afirma.
En la
documentación, a la que ha podido tener acceso este periódico, se ve una
imagen de una botella de sidra en un fondo blanco y sobre un taco de
madera. «Aunque la modifiquen, cambien el color, el tamaño, hagan la
boca más grande... La botella seguirá siendo la misma, por lo que sería
un plagio», explica. Así, por ejemplo, «si una página web tuviese una
fotografía de este envase, podría ir a un juzgado para exigir su
cierre». Además, añade, las multas económicas podrían ser superiores a
los 10.000 euros». Esto podría afectar también a diseños como el de la
cultura sidrera, cuya pieza principal es una botella de sidra.
La
propiedad intelectual, según explican desde la Organización Mundial de
la Propiedad Intelectual, «se relaciona con las creaciones de la mente:
invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e
imágenes utilizados en el comercio». La legislación protege dichas
creaciones, permitiendo obtener reconocimiento o ganancias por las
mismas.
«Estoy haciendo el trabajo que debería hacer el
Principado. El Gobierno es quien tendría que preocuparse por proteger
nuestra botella, pero no está haciendo nada al respecto. Tomé esta
decisión para hacerle salir de la cueva», asegura. Poladura espera que
la consejería de Desarrollo Rural se ponga en contacto con él para
«tratar el valor cultural tanto de la botella como del vaso -que también
habría registrado- y ver qué trabajo podemos hacer al respecto».
Fija un precio mínimo
Señala,
además, que su fin es poder conseguir que se fije «un precio mínimo por
la manzana y por la sidra». Un objetivo que viene defendiendo desde la
creación de la asociación hace dos años, después de varias
reivindicaciones ante la dificultad de los cosecheros de colocar la
manzana en los llagares. El trabajo de la entidad permitió este año
vender casi toda la producción.
El presidente de los cosecheros
también criticó la actitud del Gobierno regional respecto a cómo
abordaron la problemática con el lagarero cántabro Jesús Gómez
Solórzano, gerente de Sidra Somarroza, al que una decisión judicial le
permite envasar su sidra en la botella verde. «Se está equivocando y
estamos dejando que se ría de todo Asturias», reprocha.