jueves, 4 de marzo de 2021

Jesuitas piden por una vacuna libre de derechos de propiedad intelectual

 


Lisa Zengarini – Ciudad del Vaticano

Los jesuitas africanos también se unen a la propuesta de Sudáfrica e India de suspender temporalmente las patentes y otros derechos de propiedad intelectual sobre los medicamentos, las pruebas de diagnóstico y las vacunas útiles para la respuesta al Covid-19 mientras dure la pandemia.

Tras hacer un llamamiento al Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la Conferencia Jesuita de África y Madagascar (JCAM) escribió una carta a la embajadora alemana en Kenia, Annett Günthe, pidiendo a Alemania y a la UE que no obstruyan esta iniciativa que podría salvar millones de vidas y que ha sido apoyada por un centenar de países y más de 400 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo.

En la carta, firmada por el presidente de la JCAM, el padre Agbonkhianmeghe E. Orobator, los superiores mayores jesuitas unen su voz a la del papa Francisco para pedir que las vacunas Covid-19 estén disponibles y sean accesibles para todos como “bienes universales.”

Riesgo de exacerbar la crisis de desigualdad global

Según los jesuitas africanos, la posición de aquellos países, como Alemania, que se han mostrado tibios ante la idea de una derogación temporal del Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC), es “indefendible” porque “contribuye a agravar la crisis de desigualdad mundial”. De hecho, el impacto de la pandemia entre las comunidades pobres y vulnerables, especialmente en el sur del mundo, es especialmente devastador y no intervenir corre el riesgo de repercutir en todo el mundo: “Cuanto más siga circulando el virus entre las poblaciones desprotegidas, mayor será la probabilidad de que se produzcan mutaciones transmisibles, lo que obviamente afectará a todos los países, incluidos los que se oponen a la propuesta de suspender las patentes”, advierte el JCAM. En África -señala la carta- las nuevas variantes ya están provocando un aumento de casos y muertes con un mayor daño a las ya frágiles economías del continente que, según informa el Banco Africano de Desarrollo, “corren el riesgo de alejar a África del Objetivo de Desarrollo Sostenible de erradicar la pobreza extrema” para 2030.

Por ello, la carta insiste en la urgencia de acelerar la producción y distribución de vacunas, aumentando la financiación multilateral para este fin. De ahí el llamamiento a Alemania y a los países del G-20 para que pidan al Fondo Monetario Internacional que emita nuevos Derechos Especiales de Giro (la moneda que utiliza el FMI, ed.) para financiar la producción de las dosis y, en particular, el plan Covax, la iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y, entre otros, por UNICEF, para garantizar las vacunas en los países de bajos ingresos.

Hay que recordar que la suspensión de los ADPIC para facilitar el acceso universal a los medicamentos, las pruebas de diagnóstico y las vacunas de Covid-19 fue instada de nuevo por la Santa Sede el 23 de febrero durante una reunión del Consejo de Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En su intervención, el observador del Vaticano, monseñor Ivan Jurkovič, había señalado que los complejos mecanismos actuales de protección de los derechos de propiedad intelectual representan un obstáculo para hacer frente a la emergencia actual, reiterando que “las políticas y las leyes deben mantener una perspectiva centrada en el respeto y la promoción de la dignidad humana, en un espíritu de solidaridad dentro de las naciones y entre ellas”.