bioecoactual.- No Patents on Seeds! presentará esta semana una oposición ante la Oficina Europea de Patentes (OEP) contra una patente sobre el maíz. La patente, EP 3380618, pertenece a la empresa alemana KWS y se refiere a plantas de maíz que crecen en climas más fríos. Estas plantas se obtuvieron a partir de poblaciones de maíz que ya se sabía que toleraban condiciones más frías.
“Las plantas con los rasgos reivindicados en la patente están presentes en el mercado desde hace años. Conceder estas patentes sólo aumenta los riesgos legales, los costes y la incertidumbre”, afirma Grietje Raaphorst, representante de la empresa holandesa Nordic Maize Breeding. “Podría significar que Nordic Maize Breeding será la última empresa en iniciar un programa de mejora de maíz y la libertad de mejora llegará a su fin”.
Hasta ahora, la legislación europea en materia de fitomejoramiento garantiza el derecho de los obtentores a utilizar todas las variedades obtenidas de forma convencional para su posterior mejora y la comercialización de nuevas semillas. Sin embargo, las reivindicaciones de la patente mencionada cubren el uso de todas las plantas y variedades vegetales con los rasgos descritos para su posterior mejora. Al mismo tiempo, será casi imposible para muchos obtentores averiguar si sus variedades están afectadas. La única forma que tendrán de seguir cultivando será firmar contratos de licencia con el titular de la patente, lo que creará nuevas dependencias y costes adicionales. Sólo las grandes empresas sobrevivirán a estas condiciones de mercado.
“La ingeniería genética y herramientas como CRISPR/Cas se mencionan en la patente para disfrazarla de invención técnica, mientras que las plantas son, de hecho, simples derivados de la cría convencional y, por tanto, no patentables. Esta patente va en contra de todos los principios consagrados en el derecho de patentes: las plantas ya existentes no son nuevas, los procesos aplicados no son técnicos y las variedades vegetales están explícitamente excluidas de la patentabilidad”, afirma Christoph Then, de No Patents on Seeds!
La coalición internacional No Patents on Seeds! exige un cambio en la interpretación actual de la legislación europea sobre patentes
¡La patente es sólo un ejemplo de las conclusiones de la reciente investigación No Patents on Seeds!. Un nuevo informe se entregará hoy a la OEP en La Haya y se presentará en un taller con expertos. En él se muestra que, solo en 2022, la OEP concedió más de 20 patentes sobre plantas de cultivo convencional. Además, el año pasado se publicaron un centenar de nuevas solicitudes de patentes.
“Esta evolución también tendrá graves consecuencias para los países del Sur Global. Europa debe dar ahora una señal clara de que quiere detener esta tendencia. Deben tomarse decisiones políticas lo antes posible, de lo contrario las patentes sobre semillas socavarán el acceso de agricultores y obtentores a los recursos genéticos, lo que a su vez repercutirá negativamente en su capacidad para producir alimentos. Las patentes sobre semillas son una amenaza absoluta para la seguridad alimentaria mundial”, afirma Nout van der Vaart, de Oxfam Novib.
La coalición internacional No Patents on Seeds! exige un cambio en la interpretación actual de la ley europea de patentes. “Hay una manera rápida y fácil de detener estas patentes haciendo más precisa la interpretación actual de las prohibiciones para cerrar las lagunas existentes”, afirma Katherine Dolan, de Arche Noah. “El primer modelo de ley que refleja esta nueva interpretación fue aprobado recientemente por el Parlamento austriaco. Es necesario que otras naciones sigan el ejemplo y que la Oficina Europea de Patentes cambie sus normas de interpretación del Convenio sobre la Patente Europea.”
No Patents on Seeds! seguirá cooperando con agricultores, obtentores, expertos y organizaciones de la sociedad civil para concienciar sobre las consecuencias de la concesión de patentes sobre semillas obtenidas por métodos convencionales. La organización ya ha contribuido a varias mejoras jurídicas en los últimos años. El objetivo en un futuro próximo es impedir definitivamente la concesión de patentes sobre plantas obtenidas por métodos convencionales.