barrons.-La última etapa de las negociaciones para alcanzar un tratado internacional que luche contra la biopiratería y la explotación de recursos genéticos continuó el jueves en la ONU, en Ginebra, todavía con algunas "cuestiones pendientes".
Está previsto que las negociaciones, llevadas a cabo en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), concluyan durante esta jornada, de modo que, en caso de que se logre un acuerdo, los Estados puedan firmarlo el viernes.
"Las delegaciones trabajan arduamente para resolver las cuestiones pendientes sobre la base de un proyecto de texto propuesto por el presidente anoche", declaró un portavoz de la OMPI a AFP.
Los 193 Estados miembros de este organismo de la ONU iniciaron hace diez días esta última etapa de las conversaciones, que comenzaron hace más de 20 años tras una petición lanzada en 1999 por Colombia.
El proyecto de acuerdo estipula que quienes depositen demandas de patentes deberán divulgar el país de origen del que obtuvieron los recursos genéticos empleados para la invención y el pueblo autóctono que les proporcionó los conocimientos tradicionales asociados al invento.
De esta manera, se podrá asegurar que los países y los pueblos indígenas hayan consentido su uso.
El jefe del pueblo Huni Kui de la Amazonía brasileña lamentó la semana pasada, en una entrevista con AFP, que "en Brasil y Sudamérica en general", "empresas se estén apropiando de los conocimientos tradicionales y genéticos de los pueblos autóctonos", sin autorización.
Esta transparencia debe reforzar la aplicación del Protcolo de Nagoya, que prevé que las personas que aportan recursos genéticos o conocimientos tradicionales se beneficien de su utilización.
"Como suele ocurrir durante las negociaciones finales, no conseguimos ponernos de acuerdo sobre algunas cuestiones pendientes", declaró el miércoles por la noche el presidente de las negociaciones, el embajador brasileño Guilherme de Aguiar Patriota.
El principal punto de divergencia se refiere a las sanciones. Algunos países en desarrollo desean que las patentes puedan ser fácilmente revocadas si un solicitante de patente no comunicó las informaciones exigidas.
Sin embargo, los países ricos temen que sanciones demasiado severas frenen la innovación.
"La dificultad es intentar favorecer una forma de convergencia entre los que ya tienen una legislación importante y los que no", indicó una fuente occidental.
La fuente señaló sin embargo que el texto sobre la mesa es "realista" y "equilibrado". "Evidentemente, siempre hay puntos que pueden mejorarse. Ahí es donde seguimos trabajando", añadió.
Los recursos genéticos --como las plantas medicinales, las variedades vegetales y las especies animales-- son cada vez más utilizados en numerosos inventos para la investigación y las industrias cosméticas, de medicamentos, de biotecnología o de complementos alimentarios.
Más de una treintena de países exigen que se divulgue el origen de las innovaciones, la mayoría de ellos países en desarrollo, como China, Brasil, India y Sudáfrica, pero también países europeos, entre ellos Francia, Alemania y Suiza.
Sin embargo, estos procedimientos varían y no siempre son obligatorios.
Han sido necesarios años de negociaciones en la OMPI para reducir las 5.000 páginas de documentación al proyecto actual de tratado compuesto por 23 artículos.
Hace dos años, los países decidieron convocar una conferencia con el fin de concluir un acuerdo, como muy tarde, en 2024.
Solo Estados Unidos y Japón se "desvincularon oficialmente de la decisión", aunque sin oponerse al consenso.