Bruselas (Euractiv.com/.es) - El Parlamento Europeo y el Consejo alcanzaron el miércoles un acuerdo sobre las licencias obligatorias, una herramienta que permite a los gobiernos anular las patentes de medicamentos para atajar crisis sanitarias, entre ellas las pandemias, aunque el texto final elimina varios elementos polémicos.
La nueva normativa comunitaria, que apunta a mejorar el reparto de vacunas y medicamentos en situaciones de emergencia, suspendería temporalmente el monopolio de las empresas farmacéuticas sobre productos esenciales.
La medida contempla un acuerdo voluntario de concesión de licencias. La Comisión Europea subrayó que -en todo caso- se trataría de una medida de "último recurso".
En ese sentido, una fuente parlamentaria explicó a Euractiv que la última versión de la propuesta, presentada el miércoles por la noche, tiene un formato muy diferente al de las anteriores presentadas por el Consejo, y difiere de la posición del Parlamento Europeo.
La Eurocámara presionó para que se introdujeran disposiciones más estrictas que obligaran a las empresas farmacéuticas a compartir secretos comerciales -como la información sobre cómo producir medicamentos-, pero se han eliminado en el nuevo borrador, lo cual parece haber sido clave para superar el estancamiento.
La Comisión, el Consejo y la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo (JURI), que abogaba por requisitos más estrictos para identificar a los titulares de los derechos y endurecer las normas sobre los conocimientos farmacéuticos antes de conceder una licencia, acogieron favorablemente la propuesta.
¿Un resultado equilibrado?
El eurodiputado español del grupo del PPE Adrián Vázquez Lázara (PP), responsable del expediente, destacó que el texto logra un equilibrio entre la protección de los derechos de propiedad intelectual y "la garantía de que, en tiempos de crisis, las tecnologías y los productos esenciales puedan estar disponibles rápidamente".
Una fuente comunitaria explicó en marzo a Euractiv que la cuestión de los secretos comerciales fue una "clara línea roja" para el Consejo, que dio marcha atrás tras las presiones de los países europeos que albergan a fuertes industrias del sector."A pesar de las duras negociaciones, el Parlamento Europeo defendió su posición", comentó Tilly Metz, eurodiputada de Los Verdes, que forma parte de la comisión de Sanidad del Parlamento.
Beneficios frente a personas
"Lamentamos que algunos países de la UE hayan bloqueado el intercambio obligatorio de conocimientos técnicos, favoreciendo los beneficios frente a las personas", comentó Tiemo Wölken, ponente alternativo sobre el expediente del grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), el segundo más fuerte de Estrasburgo tras el PPE.
Por su parte Ancela Santos, responsable de política sanitaria de la plataforma paneuropea de consumidores (BEUC), subrayó que el acuerdo debería contribuir a garantizar un acceso equitativo a las vacunas y los tratamientos en todos los países, especialmente en los que sufren escasez.
Sin embargo, "no incluye una obligación clara de que las empresas compartan todos los conocimientos con otros fabricantes cuando sea necesario para garantizar una producción rápida", lamentó.
Panorama general
El paquete farmacéutico también está en punto muerto por la disputa entre los países con sectores farmacéuticos fuertes y los Estados miembros más pequeños en torno al tiempo que las empresas deben mantener la protección de datos para los nuevos medicamentos.
Los Estados miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron esta semana en Ginebra un acuerdo mundial sobre pandemias, en el que la UE aboga firmemente por disposiciones voluntarias sobre el intercambio de tecnologías, incluidas las vacunas y los conocimientos técnicos para producirlas.