Observatorio Sudamericano de Patentes
La necesidad de profundizar la discusión y aclarar algunos aspectos de
un acuerdo sobre patentes entre el Instituto nacional de Propiedad
Industrial (INPI) y su par de los Estados Unidos (USPTO), postergó su
firma antes de la visita de Obama. La información fue suministrada por
la Agencia Brasil.
EL acuerdo permitiría ingresar a la oficina de
patentes del país sudamericano al programa Patent Prosecution Highway
(PPH) a partir del cual los examinadores brasileros podrían utilizar los
resultados de búsquedas y concesión de patentes de examinadores de los
Estados Unidos.
Ávila explico que el PPH es un mecanismo sugerido originalmente por los japoneses como una solución para aliviar o
backlog
(la acumulación de patentes en una oficina de propiedad industrial) y
evitar el colapso administrativo y la demora que esto le provoca a las
empresas transnacionales en el patentamiento de sus productos en todo el
mundo. “
casi todas las oficinas de los países desarrollados tienen acuerdos en este molde”, justificó Ávila.
Por
su parte y antes del intento en firmar el acuerdo con los Estados
Unidos, hubo una queja del grupo de trabajo sobre propiedad intelectual
de la Rede Brasileira de Integração dos Povos (GTPI/Rebrip). La entidad
aseguró que el PPH no trae ventajas para Brasil anticipando que de
firmarse ese acuerdo caerá la calidad del examen de patentes en el país.
La abogada Renata Reis, representante del GTPI/Rebrip, dijoa la Agencia Brasil
que “
tiene serias dudas de que las ventajas propaladas por el INPI realmente vayan a suceder”.
Renata
Reis afirmó que la reducción de la acumulación de patentes sin análisis
es un sueño de toda oficina de patentes. La GTPI no cree que eso será
resuelto con soluciones del tipo PPH porque el 30% de las solicitudes
que se presentan en Brasil vienen de los Estados Unidos. Eso no sucede
en el sentido contrario. “
Nosotros no presentamos en los países
desarrollados un número considerable de solicitudes de patentes,
entonces, en realidad vamos a recibir muchas más solicitudes del
programa PPH que en el sentido inverso, dijo Reis”.
En la
evaluación del GTPI, los examinadores del INPI serán presionados (como
ya ocurrió con los examinadores argentinos que aplicaron un sistema
similar) a seguir el examen hecho por los Estados Unidos. “
Eso no es bueno para Brasil. Cuanto más patentes extranjeras tengamos, más rehenes quedamos de las empresas internacionales” afirmó.
Enfatizó
que Brasil necesita realizar un análisis criterioso en esta materia,
especialmente en este caso en que el país tiene pocas solicitudes de
patentes nacionales y muchas solicitudes internacionales.
Ávila
por su parte negó que el PPH fuera a representar privilegios para los
Estados Unidos, quienes son el mayor solicitante internacional de
patentes como afirma el GTPI/REBRIP. De acuerdo con esta entidad las
solicitudes provenientes de Estados Unidos están en una fila paralela y
dejan para lo último a las patentes nacionales y de otros países.
Algunos
especialistas sostienen que esta es una maniobra para beneficiar a las
empresas transnacionales que es auspiciada por los bufetes de abogados
que presionan para que el acuerdo con los Estados Unidos se firme y
utilizan a Ávila como aliado.
El director de la oficina brasileña
reconoció que existe una fila propia en el programa PPH, pero se
justificó diciendo que existe un gran problema con la acumulación de
patentes en todo el mundo y su oficina está buscando “soluciones
colaborativas” para examinar patentes en construcción con otras oficinas
de América del Sur (que también se prestan a las maniobras de los
Estados Unidos)
Para este director “
El sistema bilateral de acuerdos PPH es un instrumento más en este conjunto” y consideró como natural que haya dudas y que deban aclararse antes de participar Brasil de un programa semejante.
El tema será debatido hasta que el gobierno y la sociedad como un todo se sientan seguros en relación al sistema, afirmó
quien fuera acusado en el Parlamento del Brasil de defender los intereses de laboratorios extranjeros.